La escuadra verdiamarilla de Leafield apenas logró el décimo sitio –el mejor de los tres equipos nacidos en 2010– en las vueltas finales en interlagos gracias a un ebase de Vitaly Petrov sobre sus rivales de Marussia. Pero ahora no están ni el ruso ni el líder del equipo, Heikki Kovalainen, por lo que Caterham arranca de cero con pilotos nuevos sin gran experiencia.

Como pilotos han llegado el francés Charles Pic, proveniente precisamente de Marussia, y el holandés Giedo van de Garde, cuya novia es hija del dueño de la firma textil McGregor, que ahora patrocina al equipo como lo hizo en diversas escuadras de GP2 en las que Giedo pasó cinco años. Pic mostró buenas hechuras, corriendo a ratos a la par del mucho más experimentado Timo Glock, pero Giedo solamente tiene dinero y pronto cumplirá 28 años, por lo que no competirá con los otros cuatro o cinco debutantes por el título no oficial de novato del año.

Desarrollar el Caterham en un año en que las excusas se acabaron en el aspecto técnico, no parece tarea para ninguno de los dos pilotos, quienes fueron coequiperos en la escuadra Barwa Addax de GP2 en 2011 y quedaron 4° (Pic) y 5°.

El líder del equipo desde el inicio fue el veterano Mike Gascoyne, el hombre que hizo a Jordan Grand Prix contendiente, quien contó con el apoyo del dueño Tony Fernandes, otro millonario asiático –malayo– con dinero de diversas fuentes, entre ellas una aerolínea de bajo costo –Air Asia– y con adquisiciones bien pensadas en el terreno automotor.

Gascoyne identificó los problemas de crear un equipo desde cero, dejó Cosworth para usar un motor Renault y caja Red Bull, y prometió sacar al equipo de entre los coleros y meterlo a media tabla en tres años, plazo que se cumplió en 2012, sin alcanzar el objetivo. Mike ha sido dejado como gurú espiritual y ahora Mike Smith y John Iley hacen el trabajo técnico del CT03, que es una evolución del CT01 (el 02 es un proyecto de calle) en todo sentido, conservando incluso la nariz de ornitorrinco sin tapa cosmética. Y el CT01 no fue particularmente eficaz, lo cual no deja muchas esperanzas para el último de la era de los autos propulsados por motores V8 de 2.4 litros.

Los requerimientos técnicos se han cumplido, se compró un fabricante automotor especializado (Caterham precisamente) para tener sinergias en los resultados, se estableció un equipo de GP2 como sucursal de desarrollo de pilotos y en tres años no han pasado de donde iniciaron.

Fernandes reclutó al experto directivo de Renault Sport, Cyril Abiteboul, para dirigir al equipo en septiembre 2012 y ha dicho que no quiere más excusas en cuanto a la meta planteada al nacimiento de Caterham (Lotus Racing entonces), que era entrar a competir con otros equipos de media tabla obteniendo puntos en el año, cosa que no han logrado en tres temporadas, aunque siempre han quedado en décimo, pero rara vez han pasado a la Q2. Fernandes es paciente, pero cuando los resultados son negativos año tras año, hasta el interés se acaba. Y 2014 no pinta diferente.