CARLOS JALIFE reporta el manto de silencio que se cierne sobre la F1 en Rusia
Otro de los grandes premios pendientes en la agenda es el ruso, que fue acordado en octubre de 2010 por los hombres fuertes de la F1 –Bernie Ecclestone– y de la federación rusa –Vladimir Putin quien era presidente, luego fue primer ministro y ahora es presidente nuevamente– para llevarse a cabo en 2014 en la ciudad costera del Mar Negro, Sochi, la cual también es sede de los Juegos Olímpicos de invierno ese mismo año y es un polo turístico que el gobierno ruso quiere desarrollar, para, además afianzar su dominio étnico en la región que es vecina de Georgia, ahora independiente, y de las regiones semiautónomas de Osetia y Chechenia.
Putin comprometió a su gobierno porque la idea era que quedara un legado en la ciudad después que se hubieran acabado los Juegos Olímpicos y el presidente de la Federación Rusa del Deporte Motor y Touring (FRDAT), Sergei Vorobyev, lo convenció de que la F1 era el proyecto adecuado para poner en el mapa al centro de veraneo ruso y hacerlo un destino internacional para detonar la llamada “Riviera Rusa” –y hay que señalar las coincidencias en el pensamiento con el proyecto de Cancún hace varios años, lo cual indica que todos los políticos piensan igual en todo el mundo– como polo turístico.
Los planos de la zona olímpica, en la cual se trazaría el circuito semipermanente alrededor de los estadios que albergarán las competencias, no han sido alterados, y se supone que la instalación del circuito empezaría un día después del final de la extinción de la llama olímpica, lo cual presentaba un calendario apretado, pero salvable, dado que la mayoría de la infraestructura estaría en pie para ser usada en el evento invernal.
Es obra de Hermann Tilke, y aunque necesitaba ciertos retoques finales, no parecía tener problemas por su diseño más de circuito que de trazado callejero, con pocas curvas en escuadra y rectas amplias que deben permitir los rebases. Sin embargo, Vorobyev murió en marzo pasado en Alemania y aunque Putin ganó la elección presidencial, el proyecto ha permanecido en silencio y en Sochi no se sabe nada. Periodistas y funcionarios de comités olímpicos que han visitado el sitio para ir preparando el cierre del ciclo, reportan grandes avances (y algunos retrasos) en las instalaciones olímpicas, pero del GP ruso no hay una sola palabra, ni en la oficinas de turismo nacional y local, aunque un funcionario ruso dijo que es para no quitarle visibilidad a los Juegos.
Pero hay reportes de que la construcción de los sitios olímpicos ha sido más costosa de lo previsto y aunque estaban destinados unos 100 millones de dólares para la adecuación del circuito, podría ser que ese dinero se lo haya comido la prioridad olímpica de Sochi y por eso no hay movimiento. Se supone que Lukoil –que apoya un equipo del WTCC y a muchos pilotos rusos– y el fabricante de autos Lada, así como la compañía celular Megafon –que estuvo con Renault cuando Vitaly Petrov manejaba para los galos– están apoyando el proyecto con dinero, pero otros como Gazprom –la gasera más grande– y Alrosa –mayorista de diamantes rusos– han dicho que no.
Además la FRADT no tiene un sucesor visible y no hay una cabeza de proyecto para una cuestión tan compleja como la F1. Se dice que podría ser la agente de Petrov, Oksana Kosatchenko, quien es apreciada por Bernie, aunque el heredero lógico debería ser el presidente de la Federación Rusa del Automóvil –representante de la FIA en cuestiones deportivas– el general Viktor Kiryanov, quien fuera funcionario de alto rango en el ministerio del interior. Otras fuentes citan a los organizadores de la Carrera Rusa de Estrellas, Igor Ermilin y Anastasia Bendikova, como posibles organizadores, pero el gobierno no da color y ellos mandan en cuestión de inversión.
Se dice que los políticos rusos prefieren el circuito de Moscú –de 4,078 metros y diseñado por Tilke– a 80 kilómetros de la capital, el cual debe abrir operaciones en julio con la World Series by Renault, y tendrá eventos de Superbike y FIA GT1 en 2012. Es estándar FIA 2 y está en manos privadas, por lo que requeriría menos apoyo estatal, aunque no tiene suficientes tribunas, pero hay tiempo para corregir detalles. Con el clima económico actual, Rusia podría añadirse a la lista de países que nunca fueron sede de la F1 aunque tuvieron el lugar asignado.