Robert Shwartzman regresó esta semana a un monoplaza de F1 para seguir con sus preparativos para participar en prácticas libres oficiales.
En abril se anunciaba que el ruso tomaría la nacionalidad israelí (al nacer cerca de Tel Aviv) para seguir en la Academia de Pilotos de la casa de Maranello y mantener su estado como piloto de pruebas de la Scuderia, ante el conflicto bélico de su país con Ucrania. Son las dos únicas labores que tiene para 2022.
Este martes, Shwartzman pilotó el modelo SF21 de la temporada pasada en el circuito de Mugello, siendo la segunda vez que se sube a un auto este año; en enero, condujo el SF71H de 2018 en Fiorano a lado de otros juveniles y al tiempo en el que Charles Leclerc y Carlos Sainz II se preparaban para el Mundial.
En general, fue la octava sesión de pruebas en su trayectoria, dentro de lo que Ferrari describió como «parte del plan hecho a su medida para obtener la mayor experiencia posible en la cabina de un auto de Fórmula 1».
Con un total de 130 vueltas, equivalentes a 681 kilómetros, Shwartzman cubrió trabajos de puesta a punto y continuó con corridas en niveles distintos de carga de combustible, al realizar simulaciones de prácticas y competencia.
Tal como está pasando en prácticamente todas las escuderías, su participación en un entrenamiento oficial será en algún punto de la segunda mitad del Mundial, aunque las sedes no están definidas.
Asimismo, Ferrari destacó que este ensayo fue importante para su personal, debido a que el equipo que participó lo integraron una combinación de mecánicos e ingenieros muy experimentados y jóvenes que entrenaban en Maranello, con una experiencia limitada en pista.
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— Robert Shwartzman (@ShwartzmanRob) July 13, 2022