Carlos A. y Omar E. Jalife Ruz
ES MÁS NEWEY
Aunque los títulos son logrados por ambas partes, puesto que el diseñador y el equipo pueden hacer todo menos manejar el auto, creo que es claro que tener a Newey como la persona que crea los autos de Red Bull Racing es una ventaja demasiado grande.
No sólo me refiero a los nueve títulos de constructores que han ganado sus autos, sino al hecho que hemos visto sufrir a Vettel cuando no tiene un auto bueno.
Prueba de esto fue la campaña 2009 cuando Ross Brawn apareció con el doble difusor y barrió la primera mitad de la temporada sin mayores problemas. No fue hasta que Newey pudo implementar su versión de este aditamento que la gente de Red Bull volvió a ser contendiente.
Sí, Vettel venció en China cuando la temporada estaba iniciando –en una carrera lluviosa–, pero no fue hasta que Newey le dio un auto bueno que pudo pelear el título con todo. Vettel es muy bueno y otra prueba de ello es su victoria a bordo de un Toro Rosso, pero gran parte de su éxito viene de la mano del diseño de Adrian Newey.
Newey fue el que logró llevar a Red Bull Racing al nivel en que lo vemos ahora y es el mismo diseñador que hizo que Williams dominara la década de los noventas con cinco títulos entre 1992 y 1997. Además, otro punto a favor de Newey es que ha hecho a muchos pilotos campeones como Prost, Mansell, Hill, Villeneuve, Hakkinen y, ahora, Vettel. No es como Rory Byrne quien tuvo la mayoría de sus campeonatos cuando Schumacher corría en su auto.
¿A qué me refiero? A que Newey hace un auto que un buen piloto puede usar para ganar, mientras que Byrne hacía un auto que Schumacher podía manejar.
Obviamente no hay que quitarle todo el mérito al piloto pues, de ser así, Webber, Coulthard o Frentzen podrían haber ganado fácilmente títulos. Sin embargo, sabemos que no es así por lo que podríamos decir que es más el auto que el piloto, pero no por mucho. Dejémoslo en un 60-40 a favor de Newey.
ES MÁS VETTEL
Mucho se ha tratado de demeritar el manejo de Sebastian Vettel durante los últimos tres años. Por un lado está el frente inglés liderado por los principales medios de la isla en el que atribuyen su éxito a Adrian Newey y sus diseños ganadores que dominaron la década de los noventa y ahora han conseguido el tricampeonato de constructores para Red Bull Racing.
Por otra parte, tenemos a los pilotos y aficionados liderados por Alonso y los tifosi que argumentan que en un auto igual, Vettel no sería el mejor piloto sobre la pista, pues el asturiano es quien logra sacar resultados inesperados de autos inmanejables. A final de cuentas, Vettel es bastante despreciado por algunos sectores de la Fórmula Uno que no le dan el mérito suficiente.
Entrando a detalle uno se puede asombrar de los logros de Newey con Red Bull Racing en los siete años que ha estado con el equipo –tres campeonatos de constructores, más de 30 victorias, casi media centena de Posiciones de Privilegio y unas cuantas Vueltas Rápidas, entre otros– pero la historia también nos recuerda que no fue hasta 2009 en China, en su cuarto año con los austríacos, que un diseño de Newey en RBR logró su primera victoria –en el GP italiano de 2008 ganó un diseño del inglés pero no en RBR– y fue precisamente de manos de Vettel con quien se llegó a lo más alto del podio –superando de paso el mejor resultado de la escuadra hasta el momento: tercer lugar en tres ocasiones.
Entonces, el gran diseñador tuvo que esperar hasta que llegara ‘Baby Schumi’ para que sus diseños fueran ganadores, ya que ni Coulthard, Webber, Klien, Luizzi y tampoco Doornbos, lo habían logrado. De ahí la historia no ha parado y la mancuerna Vettel-Newey ha dominado la F1 como pocos, pero ¿realmente es todo gracias a Newey?
Me parece que no y reitero que Vettel está subestimado en ese sentido por gran parte de la F1. Newey no le ayudó a ganar la Fórmula BMW a los 17 años –nada más ganó 18 de las 20 carreras en 2004–, tampoco estuvo en 2006 cuando en tres carreras disputadas en la Fórmula Renault 3.5 logró dos podios –victoria incluida– ni lo ayudó a debutar en el GP de EUA (con Sauber-BMW) en 2007 con un octavo puesto antes de cumplir los 20 años.
Ciertamente la relación empezó en 2008, pero las manos para ganar en Italia con Toro Rosso fueron del alemán y no del inglés, mientras que al moverse a RBR en 2009 el joven teutón demostró que tiene habilidad de sobra para competir en la categoría y que es un gran piloto.
Al final, el mejor ejemplo de que Vettel no debe sus logros únicamente a Newey es el australiano Webber. Cuatro años con el mismo auto y cuatro años que ha sido el segundo piloto del equipo en un auto que claramente podría pelear el título y no lo ha hecho más que en 2010.
Si bien el éxito de la mancuerna Vettel-Newey no es totalmente atribuible al alemán, me parece que no estaríamos hablando del regreso de Newey a los grandes planos si no fuera por un gran piloto: Sebastian Vettel.