Jo Ramírez narra el último fin de semana de vida de Ayrton Senna y la gran pérdida para el deporte motor.

1994 se nos quedará grabado porque perdimos al mejor embajador de nuestro deporte el 1 de mayo. El GP San Marino fue el primero que Ayrton Senna ganó en un McLaren y, lamentablemente, fue la última carrera de su brillante vida.
 El trágico fin de semana comenzó con el aparatoso accidente de Rubens Barrichello, en el Jordan. Al día siguiente, Roland Ratzenberger, perdió el control de su Simtek- Ford unos cuantos segundos después de quedarse sin su alerón delantero en la sección más rápida del circuito y murió con el impacto. Ayrton conoció a Ratzenberger un día antes y le había dado la bienvenida 
a la F1, por lo que Roland le estaba muy agradecido. Después del accidente Ayrton estaba realmente muy triste y pasó mucho tiempo con el profesor Sid Watkins, doctor 
y resucitador del circo de la F1, querido y respetado por todos. Después de la práctica me pidió reservarle un helicóptero para después de la carrera, a fin de llevarlo de regreso a Forli donde estaba su avión. Me dijo que estar con Williams era muy diferente a estar con McLaren, ya que los pilotos eran tratados como un empleado más y nadie se hacía cargo de sus necesidades. También me dijo que era mucho más fácil pedírmelo a mí porque conocía a todo mundo en todos lados. Para mí, esto fue una señal de la continuidad de nuestra amistad, aunque ahora luchábamos bajo banderas diferentes.

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A la mañana siguiente le di los detalles acerca
 del helicóptero. Todavía se veía un poco deprimido, aunque más contento con el auto después del calentamiento matutino. Senna calificó en la Posición de Privilegio pero había sido él y no el auto quien lo había logrado. Después, me encontré a Alain Prost, quien me dijo con mucha sinceridad
 y satisfacción que había tenido una muy buena plática con Senna, que estuvo
 muy amigable y, ¡que tal vez podían 
terminar siendo amigos!

La carrera comenzó con el Benetton de J.J. Lehto, en la línea de salida con el motor muerto y el Lotus, de Pedro Lamy se estrelló contra el auto, destruyendo ambos y dejando la recta de los fosos completamente llenos de piezas rotas. En lugar de detener la carrera con bandera roja, mandaron al auto insignia durante cinco vueltas mientras limpiaban el desorden.

Ayrton era el líder y se dio cuenta de
 que el auto insignia estaba a punto de regresar al carril de los fosos. Desaceleró inmediatamente y después aceleró como loco una vez que entró a la recta de los fosos tomando completamente por sorpresa a
 sus rivales. Al principio de la séptima vuelta, Michael Schumacher, detrás de Ayrton, vio otra vez al Williams golpear el suelo en la entrada a la curva Tamburello y salirse del circuito a 300 Kph. Existen mil teorías acerca de lo que realmente sucedió, ¡sin embargo, no creo que necesites ser un científico espacial para descubrir que el mejor piloto de carreras en el mundo no cometió un error!

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Watkins y el equipo médico sacaron 
a Senna del Williams y el helicóptero lo llevó al hospital en Bolonia. Las siguientes horas fueron angustiosas, el ambiente estaba muy frío y callado, lo que todos querían era dejar Imola lo más pronto posible. A las 18.40 se declaró finalmente la muerte de Ayrton y Keke Rosberg vino y me dio las malas noticias.

El mundo del automovilismo acababa de perder a su mayor recurso, se le extrañaría durante décadas, no sólo por los que lo vieron competir, sino por todos los que escucharon hablar de él. Todos los que tuvimos la suerte de trabajar con él y el honor de estar en su lista de amigos lo extrañaremos incluso más. Al día siguiente el mundo entero se dio cuenta de la magnitud de la pérdida, no hubo periódico en el universo que no tuviera la trágica noticia en primera plana.

Ayrton Senna murió tal como vivió: al frente, como líder, al límite en la profesión que escogió. Llevó la F1 a un nuevo 
nivel y todos los que permanecen en 
el deporte, solo podrán seguir sus huellas. No sólo fue el mejor piloto
 de carreras, un verdadero poeta 
en el arte, sino también un gran personaje: heredamos su ejemplo y
 un mundo de memorias.