Pato O’Ward hizo lo que tenía en sus manos, pero el destino dijo que 2022 no era el año para ganar las «500 Millas de Indianápolis».
El mexicano hizo una carrera prácticamente perfecta este domingo, en la 106º edición del clásico estadounidense que volvió a tener aforo del 100% por vez primera desde la pandemia de COVID-19.
Liderando 26 vueltas, pero manteniéndose a la caza del líder en turno, O’Ward parecía que se colocaría en posición para ganar tras la última detención en fosos, luego de que Scott Dixon – gran dominador de la jornada – fuera penalizado por exceder la velocidad en la zona de abastecimiento.
Pero Marcus Ericsson, quien paró al mismo tiempo que él en el ingreso final, apretó el potencia y lo rebasó a él y a Felix Rosenqvist, coequipero de O’Ward, para cuando quedaban 20 giros.
Aunque una bandera roja que provocó Jimmie Johnson generó un sprint de dos vueltas para la definición, el sueco se defendió de manera agresiva y, aunque se puso a su par al comenzar la última vuelta, tener la línea ideal benefició al ex F1, quien ahora pasa a la historia como el segundo sueco en ganar la Indy 500.
«Primero, estoy muy orgulloso del equipo. Me dieron un auto muy, muy bueno. Estaba tan feliz con el manejo. Hicimos todo perfectamente. Hicimos el (millaje de) combustible perfecto. No se cometieron errores. Nos posicionamos perfectamente para tener una oportunidad», declaró O’Ward.
«Cuando terminamos con la última parada en fosos, Félix nos superó, luego entré a fosos y comencé a alcanzarlo, entonces Marcus de la nada salió con una velocidad increíble. Me pasó como si estuviera quieto».
«Me acerqué a Félix, creo, en dos vueltas, lo adelanté como si estuviera parado y lo dejé. Finalmente llegué a Félix. Le pasé. No tenía nada para él. Dije: ‘Necesito una amarilla para intentar tener una oportunidad'».
«Cuando pasó el reinicio, dije, tengo una oportunidad, tengo que ir a fondo, y aún así no fue suficiente. Lamentablemente, ellos tienen el auto más rápido».
REACCIÓN INICIAL.
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— FASTmag (@Fastmagmx) May 29, 2022
O’Ward no ocultó su frustración tras la carrera, sobre todo porque siempre confió en el desempeño general de ARROW McLaren SP a lo largo del mes de mayo. El trabajo siempre se centró en la puesta a punto de competencia, además de que la calificación le fue favorable por el momento en el que salió a pista.
Sin tener problemas mayores, a excepción de un error en una detención pero que – coincidentemente – le dio el liderato, conservó sus opciones en el momento adecuado y tomó todas las oportunidades que se presentaron en el final de la carrera. Más no se podía hacer, en especial ante una potencia como el escuadrón de Chip Ganassi, que tuvo cinco autos inscritos y todos tuvieron su oportunidad de triunfo.
«Es una píldora difícil de tragar cuando el equipo hace todo correctamente en un mes tan difícil para lograr algo como esto», expresó. «Hemos estado trabajando para esto no sólo durante todo el mes, sino durante toda la temporada baja. Me dieron un auto que era fantástico. Félix tenía lo mismo».
«Nos dieron a todos autos realmente buenos. También depende de nosotros ver con cuánto nos podemos sentir cómodos para que vaya lo más rápido posible. Mi auto, el No. 5, era el más arriesgado de todos porque quería ganar esta carrera. Bajamos la carga como ningún otro en la parrilla, al menos como cualquier otro auto de los 10 primeros. Es frustrante cuando ni siquiera eso es suficiente».
«Tenemos que hacer un mejor trabajo. Tenemos que volver el año que viene y darle al máximo otra vez. Estoy orgulloso del trabajo que hicimos hoy. Es mi mejor resultado en las 500. Es una pastilla un poco difícil de tragar después de una carrera tan larga, haciendo todo correctamente».