Ross Brawn confirmó su salida de la Dirección Deportiva de F1 después de seis temporadas.
El británico fue llamado por Liberty Media para asumir la posición en enero de 2017, siendo el encargado de renovar y reforzar las reglas deportivas a lado de Pat Symonds. A ambos se les acredita la renovación del lado técnico de la categoría, mismo que se introdujo este año, junto con el paquete de motores que se lanzará en 2026.
Pero desde finales del año pasado comenzó a trascender que Brawn daría un paso a costado tras la conclusión del Mundial 2022; durante el verano explicó de manera informal que quería dejar de hacer actividades del “día a día”; después de todo, hace unos días cumplió 68 años.
Este lunes, en una columna especial que se publicó en el sitio de F1, en el que confirmó su salida.
«Mi tiempo con la Fórmula 1 está llegando a su fin», dijo. «Echaré de menos la implicación que he tenido, el compañerismo y la amistad que se consigue en el entorno de la F1».
«Estoy satisfecho con el lugar al que hemos llegado. Creo que ha habido un cambio real en los últimos seis años desde que me uní al equipo de administración, y me siento feliz por eso. La F1 hoy es tan fuerte como siempre».
«Liberty sabía sobre la economía de la F1, pero no sabía mucho sobre la F1 como deporte y ese lado del negocio cuando se involucró por primera vez. Fueron lo suficientemente inteligentes como para poner a Chase Carey a cargo. A pesar de no ser un veterano experimentado de la F1, captó el negocio y el deporte rápidamente».
«Liberty se acercó a mí como alguien con experiencia en F1, algo que necesitaban al principio. Estaba interesado, pero solo si pudiéramos abordar el desarrollo del deporte desde una perspectiva diferente: ¿cómo podemos mejorar las carreras? Creo que lo hemos logrado. Hemos construido un gran equipo y estoy muy satisfecho con lo que hemos logrado».
«Hemos puesto a la F1 en un nuevo camino».
Brawn inició su trayectoria en F1 a finales de los años 70 y laboró para Tyrrell, Lotus, Arrows y Benetton, antes de llegar a Ferrari, donde ocupó la jefatura técnica por diez temporadas y fue parte del conjunto dominador que encabezó Michael Schumacher a inicios del milenio.
Después pasó a Honda, donde no logró consolidar un proyecto competitivo; cuando la marca japonesa dejó la F1, rumbo a 2009, Brawn compró al equipo – con costo de un dólar – y lo rebautizó como Brawn GP, que se hizo con los títulos de Pilotos y Constructores.
Posteriormente Mercedes-AMG se hizo con el control mayoritario de la fábrica de Brackley, aunque Brawn permaneció al frente de la escudería hasta 2013.
La noticia toma más importancia porque ciertos medios lo colocaban como sustituto de Mattia Binotto al frente de Ferrari, pero este no será el caso.
No se especificó si permanecerá como consultor – algo que se manejó cuando el rumor surgió – y Liberty aún no anuncia a su sucesor. Se dice que Symonds también dejará su posición como Director Técnico de la F1.