TRAS VENCER A TODOS SUS RIVALES EN EL CAMPEONATO MEXICANO DE TURISMOS MTCC (ANTES SEAT) DURANTE TRES AÑOS, EL PILOTO CAPITALINO YA NO TENÍA UN RETO, POR LO CUAL ELIGIÓ SALIR DEL PAÍS A COMPETIR EN EL RETO FERRARI, EN EL CUAL NUESTRO EDITOR INDICA QUE HA ENCONTRADO MÁS ÉXITO AÚN
Hay un momento en la vida de cada piloto en que tiene que tomar decisiones sobre su trascendencia histórica. Muchos son los pilotos que dominan durante años una serie o clase o categorías, pero salir de la zona de comodidad es lo que pacta la trascendencia en la mayoría de los casos. En ese momento definitorio se encuentra Ricardo Pérez de Lara.
El volante capitalino fue un kartista muy destacado que en 1997 brincó a los monoplazas en la extinta F2 Mexicana, parte de la Copa Marlboro, en la cual resultó campeón con el equipo Herdez Competition, y de ahí se fue a la F3 en la cual fue campeón en 1998 con la misma escuadra. Pero la escalera para subir a series internacionales con la escuadra verdiblanca estaba llena por los pilotos Mario Domínguez y Michel Jourdain, y para 2001 Ricardo probó suerte en autos turismo, en la Copa Mustang siguiendo con la escuadra de las conservas alimenticias.
Tras un año sabático, Ricardo regresó a los monoplazas en la Fórmula Renault 2000, serie estelar de la Copa Corona, en 2003 y quedó cuarto en la contienda y al año siguiente se fue a otra categoría de la propia Copa, la de los Clío, en la cual obtuvo el título con su manejo fino que contrastaba mucho con la conducción menos refinada de la mayoría de sus rivales, que sabían cómo entrar a una curva, pero no necesariamente como salir, lo cual provocaba muchos laminazos.
Al irse diluyendo las categorías de fórmulas en México, Ricardo tuvo que mantenerse en los turismos y para 2006 ya estaba en la NASCAR México en la cual quedó séptimo general en el equipo Junker y para 2007 sería reclutado por al Escudería Telmex, con la que obtuvo su primer triunfo en la serie en 2008 en un circuito, no en óvalo, el de Zacatecas. Sin embargo, la cuestión ovalera y de darse laminazos no era lo suyo y para 2011 estaba de regreso en turismos en la naciente Supercopa Telcel, con autos SEAT León de 2 litros, mismos vehículos usados en otras series en el mundo, como en GB y España. La diferencia es que regresaba como dueño de equipo y ahora tenía una doble responsabilidad.
Lo que siguió fue una historia de éxito personal y profesional: tres campeonatos en tres años, dominio total de la serie y muchas felicitaciones y trofeos. Pero cuando año tras año dominas a los rivales que te pongan enfrente, pero nadie te considera el mejor piloto de México pese a tu éxito sostenido e indudable, quizás sea hora de buscar un cambio que te haga trascender. Y siendo Ricardo el pez más grande en su estanque particular, la visión se enfocó hacia el exterior. Incluso hubo un primer intento corriendo un Mazda GT en las 24 Horas de Daytona en 2013, aunque el auto era viejo y malo y la exploración no dio resultados.
“TENÍA GANAS DE CORRER FUERA Y MEDIRME CON OTROS PILOTOS”
RICARDO PÉREZ DE LARA
Habiendo nacido en 1975 (cumplirá 39 años en septiembre), era obvio que no se iba a buscar una serie de monoplazas, por lo que el enfoque de su siguiente reto debería ser alguna de autos turismos y el Reto Ferrari encajó a la perfección en ese aspecto. Aquí Ricardo corre fechas dobles en el Trofeo Pirelli para autos Ferrari 458 Italia con 570 caballos a 9,000 rpm y diferencial electrónico, cerca del triple del SEAT al que estaba acostumbrado. Pero él ha corrido autos de ese caballaje antes, ajustados para óvalos, así que se suponía que la potencia nunca sería problema. Y no lo fue. Se pactó con Ferrari de Houston, de Giuseppe Risi, que en ocasiones anteriores ha aportado el servicio a otros pilotos mexicanos que han corrido en la serie como los Carlos Hank II y III y el equipo consiguió patrocinios y estaba listo para abrir campaña en enero.
Desde el inicio del año, como preliminar de las 24 Horas de Daytona, Ricardo ha estado en la pelea en la clase de pilotos profesionales, como Scott Tucker, el campeón de LMP2 en la serie American Le Mans y jefe / coequipero de Luis Díaz durante algunos años, y ha sido claramente superior a todos ellos. Aunque en Daytona no ganó, la primera carrera había sido líder al inicio para ser pasado en el juego de chuparse el aire y cuando estaba por recuperar la punta vino una bandera amarilla que acabó con la competencia y él terminó segundo. Para la segunda carrera iba a arrancar en punta, pero el auto tuvo problemas mecánicos y no pudo encender lo que le hizo perder una oportunidad invaluable de marcar su primer triunfo. La siguiente fecha en Sears Point, al norte de San Francisco, fue una ocasión para desquitarse pues quedó tercero en la Carrera 1 y ganó en la segunda, su primer triunfo en el extranjero.
Ese primer triunfo no sólo fue vindicación instantánea de su apuesta por dejar México y correr en el extranjero, sino también muestra que alguien que está en la cima de su profesión puede salirse de su zona de comodidad, arriesgar –sin tener la necesidad de hacerlo– y volverse el amo de su nuevo entorno. Una vez rota la barrera que muchas veces significa obtener ese primer triunfo, Ricardo fue a competir en Laguna Seca y nuevamente ganó la Carrera 2, liderando los 24 giros pactados desde la posición de privilegio. Con lo cual tomó la punta del campeonato por primera vez, otra de las metas pactadas para su campaña 2014.
La cuarta fecha fue disputada como preliminar del GP de Canadá en el circuito Gilles Villeneuve de la isla de Notre Dame en Montreal, y con la presencia de los principales directivos de Ferrari Ricardo se lució al ganar las dos carreras del fin de semana, dominando a la competencia y mostrando por qué, desde ahora debe ser considerado entre los favoritos para representar a la serie Norteamericana en la final mundial de 2014. El volante mexicano fue muy felicitado por la nomenclatura de Maranello y su actuación también tuvo el efecto de empezar a descorazonar a la competencia.
Luego vendría la cuarta fecha, otra canadiense, pero ahora en Mont Tremblant, y Pérez de Lara no pudo correr la competencia de apertura pues chocó con un rezagado que salía lento de los fosos y se le atravesó en plena recta, lo cual dejó al 458 Italia muy dañado, pero la gente de Risi Competizione hizo lo necesario para ponerlo en la parrilla el domingo y Ricardo les respondió con una PP y un triunfo más, su quinto del año, para cimentar su liderato y enfilarse a la segunda mitad de campaña con confianza ya que sus rivales saben quién es el piloto a vencer.
De las metas trazadas ahora le falta coronarse en el Reto Ferrari Norteamérica, para así ir a la pista de Yas Marina a disputar el título mundial contra los representantes de las series de Europa y Asia-Pacífico y obtener el triunfo ahí, que sería la meta final de esta campaña. De ahí en adelante, el futuro está abierto para correr en otras series profesionales europeos o estadounidenses o incluso campeonatos mundiales como el WEC para buscar más y mayores éxitos. Pero aun si esta fuera su incursión terminal, Ricardo ya ha concretado su trascendencia como piloto mexicano de nivel internacional, consiguiendo resultados que no ha logrado representante mexicano alguno en una de las series monomarca más competidas del mundo, y va por más…
“CELEBRAMOS LA HISTORIA DEL RETO FERRARI QUE UNE A NUESTRA COMUNIDAD PARA COMPARTIR LA PASIÓN POR LAS CARRERAS”
MARCO MATTIACCI,
DIRECTOR DEL EQUIPO FERRARI
“DE ESO SE TRATA LA ESCUDERÍA TELMEX, DE QUE SUS PILOTOS CREZCAN Y RICARDO YA NO TENÍA MÁS QUE GANAR EN LA SUPERCOPA, YA ERA NECESARIO QUE CORRIERA FUERA”
JIMMY MORALES
, DIRECTOR DE ESCUDERÍA TELMEX
YA HUBO UN MEXICANO CAMPEÓN DEL RETO FERRARI
En 2009, pero en el reto Ferrari Histórico, conocido como la Copa Shell, el campeón mundial en la división de autos de frenos de tambor fue el mexicano Nicolás Zapata, quien corría un Ferrari 625TR, auto sport de 1956. Zapata se coronó en la final mundial del Reto en el circuito valenciano Ricardo Tormo al quedar tercero en la última carrera y con el podio pudo batir en puntos al italiano Gigi Baulino quien corría un Maserati 250F (de F1).
Lamentablemente, Nicolás murió en un accidente en la carretera México-Toluca en octubre 9 de 2010, era pasajero en un Porsche 356, y no pudo defender su título.