Red Bull llegó temeroso a la temporada después de una campaña complicada en 2015, en la que tuvo diferencias con su proveedor de motores, Renault.
Pero la relación ha comenzado a sanar este año, Renault ha hecho cambios tras bastidores y dado pasos adelante con la unidad de poder.
Aunque Red Bull comenzó la temporada detrás de Ferrari, se convirtió en el segundo mejor equipo y el único aparte de Mercedes que ganó una carrera en 2016.
«Llegamos a la temporada con expectativas muy bajas, terminar entre los cinco primeros de los constructores parecía que sería un desafío», dijo el director del equipo, Christian Horner. “Por lo tanto, haber terminado segundos en el campeonato de constructores, terceros en el campeonato de pilotos [con Daniel Ricciardo], haber ganado dos grandes premios, una PP en Monte Carlo, 16 podios y que Ricciardo completara todas las carreras de la temporada con un 100% de fiabilidad ha sido una progresión enorme en 12 meses».
Horner confía en que las ganancias y lecciones aprendidas durante esta campaña son un buen augurio para el cambio de regulaciones del año próximo.