El equipo austriaco se vería forzado a cambiar sus motores por Honda en 2019, año en que finaliza su contrato con la marca francesa Renault, misma que ha mostrado intenciones de no renovar con el equipo de Milton Keynes.
La relación entre ambas partes se ha visto afectada por el pobre rendimiento del motor híbrido, tanto en confiabilidad como en potencia. Red Bull ha manifestado en repetidas ocasiones su descontento ante estas situaciones, mismas que le llevaron a buscar nuevos proveedores con Ferrari y Mercedes, pero ante la negativa de éstos debió regresar con Renault, pero bajo el nombre TAG Heuer en sus propulsores. Borrando incluso cualquier presencia de la marca francesa en sus autos.
Ahora se ha sumado el cambio de Toro Rosso por Honda para el año siguiente. Lo cual reafirma el acuerdo que la marca de bebidas energéticas mantiene con la firma japonesa en el campeonato de MotoGP.
En teoría, Red Bull podría observar el desarrollo del motor japonés en su escuadra B y, en caso de ser competitivo, usarlo en 2019, dándole las gracias a Renault. Pero los franceses se han adelantado un paso y no dejarían más opciones que Honda o buscar otro fabricante.
Quizás debido a esta situación, los rumores de una posible compra de Red Bull por parte Porsche cobran sentido.
Red Bull tiene dos opciones en 2019, usar el motor Honda, como Toro Rosso o cancelar el contrato para forzar el retiro de los japoneses y solicitar un motor a la FIA. Que siguiendo las reglas actuales, sería el del motorista con menos equipos, podría terminar irónicamente de nuevo con Renault.