Red Bull Ford no recibirá todas las concesiones de una constructora «nueva» para desarrollar los motores que estrenarán en el Mundial 2026 de F1.
Seis armadoras participarán en la era nueva de la categoría, incluyendo Audi, que se asociará con Sauber Motorsport, y Ford Motor Company, que trabajará en conjunto con Red Bull Powertrains, el área que la firma con sede en Milton Keynes, Reino Unido, inauguró hace mas de un año.
Ambas competidoras podrán realizar pruebas y ensayos en dinamómetro adicionales, pero la alianza Red Bull-Ford lo hará de manera más limitada que Audi-Sauber; este viernes, medios europeos indicaron que sólo podrán gozar del 90% de los beneficios.
Esto es derivado de una protesta que Ferrari realizó desde el otoño pasado, cuando se negó a firmar su registro para desarrollar una unidad de potencia a partir de 2026 al considerar que Red Bull Powertrains, pese a no tener socio definido en ese momento, podían tener una ventaja.
El caso de la empresa austriaca es particular, porque al tener acceso a la tecnología de Honda cuando ésta se retiró de la F1 en 2021, se implica que ya están acumulando experiencia en la preparación de motores; por ende, no se le puede considerar como «constructora nueva».
Además, había implicaciones financieras, debido a que el reglamento otorgaba concesiones para hacer gastos en áreas cubiertas por el limite de costos: en 2023 y 2024, hay una ventana de 10 millones de dólares, mientras que en 2025, el adicional es de cinco millones, sin contar con costos de capital.
Incluso, la toma de la propiedad intelectual de los motores Honda por parte de Red Bull llegó a cambio de que se congelara el desarrollo de las unidades actuales, de 2022 a 2025.
La protesta de los jefes de la compañía italiana llegó a tal grado de que se les prohibió participar en una junta con las otras marcas que firmaron antes de la fecha līmite, que originalmente era a mediados de octubre pero después se aplazó a mediados de noviembre.
Al final, la FIA se basó en el reglamento de motores de 2026 para establecer cómo se considerará a Red Bull a partir de este año. Para establecer los derechos adicionales de cada constructora, se analizan tres categorías: Infraestructura (40%), estado del Motor de Combustión Interna (40%) y del componente de Recuperación de Energía (10%).
Como Red Bull produce sus baterías en Milton Keynes, se concluye que tienen experiencia al desarrollar tecnología, por lo que la décima parte de las concesiones relacionadas con el ERS se restringen.
«Si luego de una revisión de la documentación solicitada, FIA determina que un fabricante de Unidades de Potencia no cumple completamente con las condiciones necesarias, FIA se reserva el derecho, a su absoluta discreción, de otorgar al fabricante un estado parcial de fabricante de Unidades de Potencia», se indica en el reglamento.
«El estado de nuevo fabricante parcial de Unidades de Potencia dará lugar a una reducción de los derechos adicionales otorgados a los fabricantes nuevos de Unidades de Potencia por las reglas técnicas, deportivas y financieras».
De esta forma, Red Bull Ford podrá gastar nueve millones de dólares extra en 2023 y 2024 y 4.5 millones en 2025, además de que no gozará de presupuesto adicional en costos de capital (medio millón en cada año).
No habrá limitaciones de beneficios técnicos y deportivos, ya que del porcentaje establecido en el reglamento (20% de infraestructura, 50% de Motor de Combustión y 30% de ERS), sólo se requiere cubrir el 70%.