Mediante dos imágenes y un «shakedown», Red Bull Racing reveló los primeros detalles del auto que conducirán Max Verstappen y Pierre Gasly en el Mundial de Fórmula 1 de 2019.
Alternando el circuito de Silverstone con Mercedes, que también presentó su monoplaza, la escudería austriaca llevó a cabo un día de filmación con su modelo RB15, con el cual el holandés completó 38 vueltas. El francés, quien hará su segunda temporada en el Gran Circo, continuó familiarizándose con la dinámica de los ingenieros y mecánicos.
«Quedé realmente emocionado por subirme al auto y, tan pronto como fuimos, se sintió normal», comentó Verstappen. «Me sentí bien y no tuvimos problemas, así que estoy feliz por eso».
«(Cuando) tienes una primera impresión, ves si hay algunos problemas pequeños con el auto o el motor. Afortunadamente no tuvimos ninguno, y es muy positivo que hayamos tenido esta oportunidad».
Para este año, Red Bull terminó su asociación con Renault para contratar a Honda como proveedor de motores, además de estrechar su colaboración con Toro Rosso. La marca japonesa adornará con su logotipo el cubremotor, en tanto que Aston Martin, socio comercial, estará en el alerón trasero, habitáculo y parte delantera del coche.
Antes de iniciar la actividad, la casa de Milton Keynes aclaró que el diseño de colores que presentó el vehículo solo se utilizará una vez, por lo que será la semana siguiente en Barcelona cuando luzcan la decoración con la que participarán en el Mundial.
«Por supuesto hoy se trató del rodaje, pero también fue una oportunidad realmente valiosa para revisar que todos los sistemas funcionen y que el auto esté fundamentalmente en forma buena antes de dirigirnos a Barcelona la próxima semana», indicó Christian Horner.
A la par de su prueba en pista, Toro Rosso mandó su monoplaza a acumular sus primeros kilómetros en Misano, siendo Daniil Kvyat el encargado de pilotar el modelo STR14.