Bueno, éste es terreno desconocido. Con algunos autos, sabes lo que obtendrás. Con el Lamborghini Aventador LP750-4 Superveloce edición limitada, no estoy tan seguro.
El último par de Lamborghini nuevos que hemos manejado no nos dejó tan asombrados: el Aventador es estúpidamente rápido pero puede sentirse torpe, mientras que el Huracán, más pequeño y barato, es también absurdamente rápido por ese precio, pero al hacerlo fácil de manejar, Lamborghini lo dejó unidimensional. En algunos aspectos, ambos se sienten como “no son para nosotros”.
Pero, bien dice Lamborghini, “éste es un Superveloce”. Es diferente. Ha habido sólo tres SV en la historia de Lamborghini antes de hoy, el Miura, el Diablo y el Murciélago, con 385, 530 y 670 caballos respectivamente, buenos en su tiempo, pero nada como los 750 indicados en la designación numérica del Aventador. Siete cincuenta equivale a 740 caballos, desarrollados aquí por un motor V12 de aspiración normal y 6.5 litros que fluye más libre que “normal” y subió su límite de revoluciones a 8,500. Lamborghini no usa inducción forzada, sino un gran motor que también genera 509 lb/ pie a 5,500rpm. En forma “regular” el Aventador, es una de las plantas de poder más grandes del mundo. Aquí, debe ser aún mejor.
De nuevo, está emparejada a una caja de cambios manual automatizada de un solo embrague, nos dicen, con calibración mejorada en los cambios, pero más significativo aún, es que el SV es, sorprendentemente, 50 kg más liviano que el estándar. Hay nuevas coberturas en la puerta y un par de paneles más ligeros sobre el monocasco de fibra de carbono, pero sospecho que el verdadero ahorro de peso viene de un interior más austero. Lamborghini cita un peso en seco de 1,525 kg, probablemente más cerca de 1,700 en peso muerto.
¿Qué más? Un alerón grande para carga aerodinámica seria. Amortiguadores magnetoreológicos adaptables como estándar, al igual que la dirección dinámica que cambia el radio dependiendo de la velocidad en ruta y de una serie de factores como qué tanto le pisas al auto en la entrada a una curva. No nos gusta tanto el sistema en el Huracán, pero los ingenieros de Lamborghini nos dicen que se ha mejorado aquí. Ah y el precio por cada uno de las 600 unidades construidas es de poco más de 490,000 dólares.
¿Más cifras? El tiempo de 0 a 100 kph es de 2.8s, y lo creo completamente. Es apenas 0.1s abajo del auto estándar pero ya sea que estés hablando de 691 o 740 caballos, la aceleración inicial está limitada por la tracción ante todo. La velocidad tope –más de 350 kph– esta gobernada electrónicamente. ¿Cuándo terminará la guerra de caballos? No ahora, según el jefe de investigación y desarrollo de Lamborghini, Maurizio Reggiani. La potencia adicional es importante a más de 200 kph, pues evita que la aceleración se caiga. Por eso vale la pena tenerlo. Este auto es rápido.
Si desplegar ese tipo de potencia significa tener un motor tan bueno como este, estoy de acuerdo. La respuesta del V12 es sensacional, especialmente si oprimes el botón que cambia la puesta a punto de Strada (calle), pasando Sport y hasta Corsa (pista). No sólo mejora la respuesta del acelerador a niveles eléctricos sino que también cambia la calibración de los amortiguadores, la dirección y el sistema de tracción total, que está más dirigido hacia atrás en el modo Sport. En el Corsa, olvídate de la diversión: se trata de ir rápido siempre. Y este auto es rápido donde sea –aunque sólo lo hemos manejado en la pista y no por mucho tiempo– pero incluso en esa circunstancia, te puedo decir que es ágil y alerta en una forma en que el auto estándar no lo es. En parte por el peso reducido, en parte por la carga aerodinámica y en parte porque los amortiguadores adaptables mantienen los movimientos de la carrocería estrictamente controlados. Pero es también porque la dirección es rápida y el chasis extremadamente ajustable al acelerador.
En aceleración estable y con presiones suaves, el SV subvira un poco, y al levantar el pie recupera de forma inteligente la línea. Pero le encanta desordenarse deliberadamente. Mueve su peso y dale aceleración y sobrevirará rápidamente. A la larga, el sistema de tracción total manda la potencia hacia el frente, pero el peso y el despliegue feroz hacen que sea muy posible tener un descontrol extremadamente grande en el SV. Es un auto al que le gustan las aplicaciones positivas y controladas del pedal. Hazlo y será ampliamente gratificante y se vuelve loco rápido.
Sobre la dirección, que antes no ha sido ajena a la controversia, esta es mejor. Alrededor de la mayoría de las horquillas no necesitas más que un tercio de vuelta en el volante porque el radio se acelera, que es el punto. Y es estable a velocidades altas porque se desacelera, que es el resto del punto. Su sensación es apenas suficientemente natural, pero sigue sin ser tan satisfactorio como una dirección convencional, por ejemplo la del McLaren 650S. Sin embargo, cumple con su función de hacer sentir ágil a un auto grande, sin el nerviosismo de la puesta a punto del Ferrari F12, por ejemplo.
¿Alguna otra desventaja? La caja de cambios también está mejorada y da cambios satisfactoriamente rápidos a revoluciones máximas y aceleración total, pero sigue siendo una transmisión manual automatizada de un embrague que puede sentirse aletargada a revoluciones bajas y aceleración pequeña. Sin embargo, no arruina las cosas. El SV es un auto ampliamente agradable. El mejor que Lamborghini fabrica, por kilómetros.
Hay más que sólo velocidad bruta, pero si quieres algo tan rápido como el Superveloce, tendrás que gastar mucho más para obtenerlo. Mencionaré el Nürburgring. Lamborghini, con un aviso de 15 minutos, decidió intentar el tiempo de vuelta en el Nordschleife. Un piloto de pruebas de Pirelli marcó 6m59s en este auto.
Deben ver el video: hay momentos realmente electrizantes, los cuales restaron tres o cuatro segundos, según reconoce el propio Reggiani de Lamborghini. Ahora, consideren que Porsche, luego de mucho intentarlo, hizo que su híperauto 918 Spyder híbrido fuera sólo dos segundos más rápido que el SV, así que tienen una idea del ritmo latente del Superveloce.
Porsche y Lamborghini son parte del Grupo VW, lo que implica que Lamborghini no buscará la oportunidad de ir más rápido y revelar lo que podría ser una extraña verdad: es el auto más rápido en el portafolio del grupo. A un precio de poco menos de 500,000 dólares podrías considerarlo una ganga.