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El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, anunció que el Gran Premio de Fórmula Uno tendrá sede nueva a partir del año próximo.

Este miércoles, en conferencia de prensa, el primer mandatario anunció la firma de un acuerdo con el Gobernador de Río de Janeiro, Wilson Witzel, y el alcalde Marcelo Crivella, para construir un autódromo al oeste del distrito de Deodoro, mismo que llevará el nombre de Ayrton Senna. El objetivo es que las instalaciones, que serán financiadas por entidades privadas, estén listas a fin de este año

«La dirección de la Fórmula 1 decidió mantener un Gran Premio en Brasil, pero Sao Paulo se ha vuelto poco práctico por la causa de la participación pública en el evento y la deuda existente allí», comentó.

«El autódromo nuevo se construirá en seis o siete meses. El sector hotelero estará contento, la economía del estado también, ya que serán hasta siete mil empleos generados, eso es bueno para Río de Janeiro y para Brasil».

Esta declaración sucede a la publicación que Witzel hizo por redes sociales, en las que compartió haber recibido una carta de Sean Bratches, Director Comercial de F1, en la que expresó su interés por reubicar el Gran Premio a Río.

El mismo Chase Carey, director de la categoría máxima, visitó la ciudad en noviembre para reunirse con el funcionario tras ser electo. Dorna, promotora del MotoGP, también expresó su interés por el proyecto, cuyo circuito sería diseñado por Helmann Tilke.

Río fue sede de la Fórmula Uno en 1978 y de 1981 a 1989 en el circuito de Jacarepaguá, el cual se demolió hace varios años para construir el Parque Olímpico que recibió a los atletas de las Olimpiadas de 2016. Interlagos ha sido anfitriona desde 1990.