Entre choques y rearrancadas Power ‘tripite’ y el equipo Penske-Chevrolet sigue invicto en 2012. MARK GLENDENNING reporta.
Will Power obtuvo la PP en las calles de Sao Paulo y eso le sirvió para estar enfrente de todos los accidentes que decimaron a sus adversarios y le dieron una victoria que se apretó al final, su tercera de la campaña en el Dallara-Chevrolet del equipo Penske. Pero Brasil, con la decisión de permitir un restrictor de aire mayor a los motores de turbo sencillo de Honda, también hizo renacer al equipo Ganassi y a los demás usuarios del motor nipón como el equipo Rahal que sacó un podio –el primero de
Takuma Sato en la IndyCar– por lo que la temporada promete ser más peleada aún.
Power tomó la punta desde la largada, seguido por el dueto de Ganassi, pero cuando empezaron las priemras paradas Franchitti fue de los primeros en detenerse y le afectó el choque de Ryan Briscoe, que sacó al auto de seguridad y dejó al escocés a mitad del pelotón.
En la rearrancada le pegaron por detrás y salió otra amarilla, que lo dejó en último sitio, aunque en la vuelta del líder. Hubo otras dos rearrancadas con incidentes y para la vuelta 28, Dario ya estaba de regreso entre los 10 mejores en la caótica carrera y después de la segunda –y última– detención corría en cuarto, detrás de Ryan Hunter-Reay, quien presionaba a Power. Dixon lideraba, aunque tenía que volver a parar y no entraba en la ecuación ganadora.
Faltando 15 giros vino otro choque con las bardas, otro auto de seguridad, y en la rearrancada Dixon, quien había optado por detenerse, quedó atrapado detrás de Mike Conway, quien tomó muy abierto la primera chicana, le pegó a la barda y taponó a siete autos, justo después que Takuma Sato apuró la frenada y pasó a Franchitti por el tercer sitio. Hunter-Reay tenía más potencia que Power, pero éste traccionaba mejor y en las pocas vueltas que quedaban el estadounidense nunca pudo chuparse el aire del australiano y así arribaron a la meta. Y viene el primer óvalo del año, la Indy 500.