Porsche explica la resistencia que exige Le Mans (FOTO: Porsche)
Porsche explica la resistencia que exige Le Mans (FOTO: Porsche)

Domingo 20 de septiembre de 2020. Son las 14:07 horas y el piloto oficial Laurens Vanthoor entra en fosos con el Porsche 911 RSR. El equipo Manthey llena por última vez el depósito de combustible del auto número 92.

El parabrisas se limpia una vez más y la botella de agua del conductor se reemplaza. Tras unos segundos, el auto vuelve a tocar el suelo mientras el bóxer de seis cilindros ruge en la línea de fosos. Vanthoor sale de nuevo a la pista de 13 kilómetros y 626 metros.

A partir de este momento, comienza una sucesión de aceleraciones a fondo, frenadas de vértigo y curvas por sus vértices, en ocasiones sobre los pianos. Durante 24 horas largas, el Porsche 911 RSR ha tenido que soportar tensiones extremas en Le Mans.

Mientras tres pilotos comparten la carga de trabajo extremadamente extenuante en cada una de las cabinas de mando durante las «24 Horas de Le Mans», cada vehículo tiene que soportar de manera solitaria las torturas de la carrera de resistencia más exigente del mundo. En la competencia intensa de La Sarthe, las personas y, sobre todo, las máquinas llegan a sus límites absolutos.

“Por supuesto, el Porsche 911 RSR ha sido diseñado teniendo en cuenta las implicaciones de este tipo de carreras de resistencia”, dijo Alexander Stehlig, Director de Operaciones de Porsche para el WEC. “Los componentes se diseñan y prueban exhaustivamente sabiendo que van a recibir un trato muy duro. En teoría, una carrera de 24 horas no debería ser un problema, aunque a veces la realidad puede ser algo distinta”.

GALERÍA: Rumbo a las «24 Horas de Le Mans»

“Nuestros autos tienen que soportar alrededor de 20,000 cambios de marcha durante la carrera”, indicó Romain Gineste, ingeniero del equipo Porsche GT. “La carrera no lo es todo, la caja de cambios tiene que hacer su trabajo también en cada sesión de entrenamientos libres y en la de calificación”.

Los autos tienen que soportar alrededor de 20,000 cambios de marcha durante la carrera (FOTO: Porsche)
Los autos tienen que soportar alrededor de 20,000 cambios de marcha durante la carrera (FOTO: Porsche)

Hasta 2018, los equipos montaban una transmisión completamente nueva el viernes previo a las «24 Horas de Le Mans»; sin embargo, desde aquel año, tanto éste como muchos otros componentes mecánicos no deben ser reemplazados durante toda la semana de la carrera.

“Esto supone un desafío para nosotros”, afirmó Stehlig. “Cambiamos las piezas después de la jornada de pruebas del domingo previo y ya permanecen en el auto hasta el final del evento. Esto permite que los mecánicos se concentren en lo esencial para dar lo mejor de sí mismos durante la larga carrera. Esto ha demostrado absolutamente su valía para nosotros. Muchos de los otros equipos hacen lo mismo”.

Este plan operativo significa que la transmisión del Porsche 911 RSR tiene que ejecutar casi 7,000 cambios de marcha más, que deben ser rápidos y eficaces en todo momento. En la caja de cambios secuencial de seis velocidades del 911, la transición de una marcha a otra se lleva a cabo en 15 milisegundos, sin que se note apenas interrupción en la aceleración.

“Nuestro RSR actual no utiliza un sistema neumático para cambiar de marcha como su predecesor, sino uno electromecánico. Esto permite un funcionamiento más preciso y, sobre todo, más rápido”, explicó Stehlig.

“Somos realmente buenos en esto”, dijo sonriendo Gineste.

Cada una de las aproximadamente 28 millones de chispas que producen las bujías en el motor de seis cilindros se traduce en un encendido óptimo durante las 24 horas de duración de la carrera.

Se sabe que quien frena tarde tiene más opciones de lograr un buen tiempo por vuelta. En Le Mans, el sistema de frenos es protagonista en, al menos, 13 puntos del circuito. Una y otra vez, los pilotos pisan con contundencia el pedal unas 4000 veces durante la carrera.

En estos momentos, las temperaturas de las pastillas y los discos de freno se elevan a más de 400ºC. No obstante, el sistema sofisticado de ventilación se encarga de disipar el calor en unos pocos metros.

Los pilotos pisan con contundencia el pedal unas 4000 veces durante la carrera (FOTO: Juergen Tap/Porsche)
Los pilotos pisan con contundencia el pedal unas 4000 veces durante la carrera (FOTO: Juergen Tap/Porsche)

“Los frenos trabajan totalmente al límite en Le Mans, pero los componentes actuales son tan buenos que podrían aguantar las 24 horas sin necesidad de hacer cambios”, afirmó Stehlig quien, no obstante, quiere evitar cualquier posible riesgo.

“Siempre vamos a lo seguro y sustituimos los frenos delanteros. Esta operación nos cuesta un minuto porque el montaje es fácil y rápido. Solemos hacerlo en momentos como, por ejemplo, cuando sale a pista el Auto de Seguridad”.

También los amortiguadores sufren los rigores de esta dura carrera de resistencia. Durante 24 horas, reciben golpes y vibraciones numerosos por las irregularidades de la pista y a los pasos por los lavaderos. Todo ello debe ser absorbido por la cinemática sin queja alguna.

“El sistema se comprime hasta su límite 20 veces por vuelta y recibe un total de casi 7000 impactos directos en toda la distancia que cubre la carrera”, detalló Gineste, poniendo de relieve otra cifra que resulta impresionante.

Por su parte, los neumáticos de Michelin se encargan de hacer frente a gran parte de las fuerzas de aceleración longitudinales y transversales. Cada equipo sólo puede usar 60 gomas de seco (las de mojado no tienen límite) durante toda la carrera. Al final de esta maratón agotadora de resistencia, cuando todos los componentes han hecho su trabajo según lo requerido, la mejor recompensa es una gran celebración en Le Mans.

TEXTO: PORSCHE