La marca de Zuffenhausen ha sorprendido al mundo con la octava generación del 911 Carrera, designada de manera interna como 992. Inicialmente sólo estará disponible con carrocería coupé, caja automática y en versión “S”; más adelante llegarán otras carrocerías (convertible y targa), otras transmisiones y modelos con menor y mayor potencia. Lo importante es que sí es mejor que antes, aunque parezca imposible.
Veamos: El motor de las versiones Carrera S y Carrera 4S (tracción trasera e integral, respectivamente) es el mismo que tenía el modelo anterior, pero modificado en inyección y sobrealimentación para que la potencia suba 30 caballos (hasta 450).
Es un bóxer (seis cilindros opuestos) biturbo de 3.0 litros de desplazamiento. Ahora está sólo acoplado a una transmisión automática PDK nueva de embrague doble y con ocho relaciones en lugar de siete; posteriormente también se podrá pedir con una manual. El chasis modular sobre el que está desarrollado es el mismo de la generación anterior, denominado MMB, pero los cambios son muy profundos, entre otras cosas porque ahora está preparado para una variante híbrida que llegará pronto y seguramente marcará un hito en la historia del deportivo emblemático de Porsche.
El incremento de potencia resulta en una respuesta dinámica más contundente en relación al 911 que todavía se vende. La versión de tracción trasera (911 Carrera S PDK) acelera de 0 a 100 kph en 3.7 segundos y alcanza 308 kph de velocidad máxima, lo que supone una mejora de 0.4 segundos en aceleración y 2 kph más de velocidad tope. Ahora la versión de tracción total (911 Carrera 4S PDK) va de 0 a 100 kph en apenas 3.6 segundos y llega a 306 de máxima (4.0 segundos y 303 kph, respectivamente, en el anterior).
Por su parte, la carrocería ha crecido 2 cm de largo
(hasta 4.52 m) y apenas 4 mm en altura. La trompa es 45 mm más ancha, mientras que la parte trasera tiene ahora la misma anchura en todas las versiones (en generaciones anteriores, dependiendo del modelo, el ancho de vías era distinto) y las salpicaderas son más grandes para dar cabida a llantas y rines de 20 pulgadas delante y 21 detrás.
Los paneles que conforman la carrocería están fabricados en aluminio y tienen una proporción mucho mayor que antes. Ahora las manijas de las puertas van al ras de la carrocería y emergen de manera automática al acercarse a ellos con la mano, como lo hace el Range Rover Velar.
Como en el pasado, el 911 Carrera nuevo tiene un selector de modos de conducción ubicado en el volante con varios programas para elegir. A los habituales Normal, Sport, Sport+ e Individual se ha añadido el Wet, pensado para circular por caminos mojados o resbaladizos, por lo que modifica el funcionamiento de las asistencias electrónicas. Este modo promete grandes capacidades dinámicas como poder acelerar con determinación (e incluso a fondo) en momentos tan adversos como bajo la lluvia y saliendo de una curva, sin que el coche registre comportamientos extraños de la carrocería. Se antoja como una innovación espectacular que esperamos comprobar pronto.
En cuanto al interior, se aprecia a simple vista que es más moderno y elegante, claramente inspirado en los habitáculos de Cayenne o Panamera. En los instrumentos se mantiene el tacómetro en posición central, pero ahora enmarcado por pantallas en las que se puede visualizar la información que proporciona la computadora de viaje, el velocímetro, una vista del sistema de navegación o incluso configurar algunos parámetros del coche. También es nuevo el sistema de infotenimiento, pues es un sistema operativo renovado que se maneja a través de una pantalla táctil de 28 cm, mucho más grande que la anterior.
Porsche ofrece tres aplicaciones para dispositivos móviles: Road Trip, 360+ e Impact. La primera (Road Trip) ayuda al conductor a planear una ruta, sugiriendo hoteles, restaurantes y puntos de interés. La segunda (360+) es un asistente personal que se puede utilizar desde, por ejemplo, un teléfono móvil y que según Porsche “trata de hacer más fácil la vida diaria y posibilita experiencias exclusivas”. La tercera (Impact) es un calculador de emisiones contaminantes que estima las contribuciones económicas que los clientes de Porsche pueden hacer para compensar la huella de carbono emitida.
El 911 Carrera de generación nueva podrá tener numerosos sistemas de seguridad y ayuda a la conducción, que si bien no estaban disponibles con anterioridad, ninguno de ellos es nuevo, puesto que ya se ofrecen desde hace tiempo en otros autos, como un monitor de punto ciego, cruise control activo con radar, frenado de emergencia, sistema de preservación de carril, entre otros. También tiene opciones como faros matriciales de LED, frenos carbonocerámicos y sistema infrarrojo de visión nocturna. Sin duda, un pináculo del desempeño dinámico que ahora ha crecido también en tecnología, y que reúne lo necesario para seguir siendo el referente absoluto en desempeño para los mejores entendidos en el mundo del motor. Nos frotamos las manos.
VÍCTOR ORTIZ