El equipo Ford M-Sport ha sobrellevado de manera positiva el rendimiento de sus autos en el inicio del Mundial del WRC, en la era post-Sebastien Ogier.
Luego de que Teemo Suninen liderara el Rally de Suecia, antes de quedar atascado en un banco de nieve, y que Elfyn Evans subiera al tercer escalón del podio en Guanajuato, hacen creer en el equipo británico que la versatilidad de su modelo Fiesta, que llevó a Ogier a ganar los últimos dos mundiales, mantendrá un nivel óptimo en Córcega, el primer evento 100 por ciento de asfalto del calendario.
«Habiendo ya probado nuestro ritmo en nieve y grave, estoy confiado que podemos hacer lo mismo en asfalto», indicó Rich Millener, director del equipo.
«El Fiesta siempre ha tenido un chasis bueno para rallies de camino cerrado, y el equipo ha estado trabajando extremadamente fuerte para afinar la puesta a punto y asegurar de que estamos tan listos como podamos estar».
M-Sport es el equipo ganador defensor del evento, al cual llevarán elementos aerodinámicos nuevos que fueron probados en dos días de entrenamientos en la isla francesa durante la semana pasada, y cuya finalidad es maximizar el rendimiento del coche.
Mientras Suninen espera romper su serie negativa de resultados, Evans, quien lideró la clasificación en cierto punto de la competencia de 2015, en la que finalizó segundo, reconoce que su exigencia al manejar es alta, pero la calidad de los caminos se adaptan a su estilo de manejo.
«Fue grandioso conseguir un podio la última vez en México, y eso realmente nos subió en el estado del campeonato. Nos da una posición de arranque entre los cinco mejores la semana próxima, y necesitamos capitalizar en eso y apuntar hacia otro resultado fuerte», aseguró.
«Tuvimos dos días probando juntos con Teemu y el auto se siente realmente bien. Todo salió (conforme) el plan y siento que, por ello, debemos tener ritmo bueno. Estamos buscando otro podio y trabajaremos tan fuerte como podamos para conseguirlo».