FOTO: PSRX/McKlein/Volkswagen Motorsport

Petter Solberg vuelve al terreno en el que logró la primera parte de su lista de éxitos en su trayectoria. Además, traerá a una marca conocida de regreso.

El campeón del WRC en 2003 firmó con Volkswagen para manejar el modelo Polo GTI R5, el cual hará su debut competitivo del 25 al 28 de octubre en el Rally de España en el WRC2. Esto ocurre seis años después de su participación más reciente en el Mundial, que también fue en Cataluña; en aquella ocasión finalizó en undécimo sitio con Ford.

«La oportunidad de hacer un regreso en el WRC con Volkswagen es única, y fui muy feliz en aceptar la oferta», dijo. «Cuando manejé el auto en enero en Suecia, no quería parar. Todo sobre el Polo GTI R5 trabajó desde el inicio mismo».

Solberg tiene 188 participaciones en la especialidad con Toyota, Ford, Subaru y Citroën; junto con el título de hace 15 años, en el que venció al joven Sébastien Loëb y Carlos Sainz, logró 13 victorias y 52 podios.

Desde el año pasado es parte de la constructora alemana, luego de conseguir el tricampeonato en el Mundial de Rallycross con Citroën; en esa serie administra dos modelos Polo con su equipo propio, el PSRX Volkswagen Sweden, haciendo mancuerna con Johan Kristoffersson. Para el evento, su copiloto será Veronica Engan.

Eric Camilli probando el Volkswagen Polo GTI R5 (FOTO: Volkswagen Motorsport)

«Estoy esperando con ansias el Rally de España. Siempre me gustó la combinación de grava y asfalto», aseguró el noruego. «Será un sentimiento especial regresar al lugar donde bajé la cortina en mi carrera de rallies en 2012. Será una reunión fantástica con la familia del WRC, pero una con un antecedente profesional. Obviamente quiero darle al R5 Polo un buen inicio con un buen resultado».

Volkswagen tendrá dos autos en el evento, el penúltimo del calendario. El otro lo conducirá Eric Camilli, quien ha acumulado casi 1000 kilómetros de pruebas con el auto de 200 kW de potencia en gran parte del año, mientras participa en algunos eventos del WRC con Ford M-Sport.

La marca, que dejó el WRC en 2016 tras el escándalo de emisiones contaminantes en sus autos de calle, afirmó que España será la única vez en la que inscribirá este vehículo como equipo oficial; posteriormente, venderá a equipos privados en campeonatos nacionales e internacionales, bajo el reglamento de los modelos R5.