El historiador en jefe nos cuenta acerca de un gran piloto de antes que existiera la F1, quien muriera hace 75 años, precisamente el 28 de enero.
Uno de los más grandes campeones de todas las eras fue el alemán Bernd Rosemeyer, nacido el 14 de octubre de 1909, originalmente piloto de motociclismo muy exitoso en Alemania y parte tanto de los equipos oficiales de NSU como de DKW. Cuando Auto Union entró a las carreras en 1935, Bernd fue el que mejor se adaptó a los autos diseñados por el Dr. Ferdinand Porsche con motor central, pues nunca había manejado autos de competencia y no sabía que no debían comportarse así, pues brincaban mucho y los pilotos de autos los consideraban inseguros – la excepción sería el legendario Tazio Nuvolari, quien correría con ellos tras la muerte de Bernd– en extremo.
Bernd inició ya empezada la campaña de 1935 –con la regla del peso máximo de 750 kilos como limitante– en un Auto Union B de 4.9 litros retando de inmediato a los Mercedes y a su campeón, Rudolf Caracciola. En su segunda carrera, el GP del Eifel en el Nürburgring, estuvo cerca de vencerlo hasta que cometió un error en la última vuelta y su rival lo pasó. Pero Bernd lideraría todas las carreras que compitió en el mítico circuito alemán de más de 22 kilómetros, y ganó la mitad de ellas (6).
La temporada mejoró con un quinto sitio en el GP francés, cuarto en el alemán, siendo ganador, Nuvolari, de la Scuderia Ferrari en un Alfa Romeo; luego vino un podio en el GP suizo que repitió en Italia compartiendo auto con Paul Pietsch, otro quinto en España – siendo el mejor Auto Union– y acabó el año ganando el GP checo, aunque ni Mercedes ni Maserati mandaron autos pues Caracciola estaba coronado. Bernd en el Auto Union con motor de 5.6 litros y 500 caballos batió por más de seis minutos en el largo circuito de Brno a Nuvolari, y a los Alfa. En la premiación conoció a la famosa aviadora alemana Elly Beinhorn, un par de años mayor que él, quien pronto se convertiría en su esposa.
Para 1936 con el nuevo Tipo C con motor de 16 cilindros, 6 litros y 520 caballos, Bernd inició con un choque en Mónaco, ganado por Caracciola. Pero tras ganar el GP no puntuable de Eifel sobre el italiano Nuvolari, Rosemeyer fue segundo tras liderar gran parte del GP húngaro, cuando una aparente infección hepática lo hizo bajar el ritmo al final y fue pasado por Tazio. Se desquitó en el Nürburgring, donde con una estrategia de dos paradas, que le permitió ser más ligero y conservar las llantas, se impuso para tomar la punta del campeonato, a los 13 días de haberse casado con Elly. Siguieron victorias en diversas carreras no puntuables y ascensos de montaña y luego triunfó en Suiza e Italia con lo que se coronó campeón europeo (equivalente al mundial). Y así pudo comprarse un departamento más grande.
Para 1937 Mercedes quería recuperar el título y mandó el W125 a enfrentar al Tipo C modificado. Bernd hizo un par de carreras africanas –en Sudáfrica, a donde llegó en avión con su esposa, y en Trípoli– y luego corrió la famosa Formula libre en Avus, el circuito híper rápido de Berlín, en el cual a pesar de que su motor se quedó en 13 cilindros, logró un récord de vuelta a promedio superior a 275 kph, velocidad nunca alcanzada en F1 y no vista en Indy hasta los años 70s. Bernd volvió a ganar en el GP de Eifel, sobre Caracciola, e hizo el viaje a EUA a la Copa Vanderbilt disputada en las afueras de Nueva York, la cual ganó espectacularmente junto con un premio de 20 mil dólares, aunque no regresó a Europa a tiempo para correr el GP belga en Spa, el cual fue ganado por uno de sus coequiperos. Y no pudo repetir su triunfo en Alemania, pues sus llantas le dieron problemas y acabó tercero tras recuperarse desde el décimo y romper repetidamente el registro de la vuelta al Nordschleife de Nürburgring. Quedó cuarto en Mónaco (en agosto) y quinto compartido en el GP suizo, pero Caracciola estaba ganando las pruebas puntuables, como Italia –en la que Bernd fue tercero– y refrendaría el título en el último año de la fórmula de 750 kilos con otro triunfo en el GP checo, en el cual Rosemeyer compartió el auto del tercer sitio. Pero la temporada acabaría con otra victoria importante en el aspecto de propaganda, en Donington, donde Rosemeyer se llevó el triunfo sobre los Mercedes, pero los organizadores olvidaron tocar el himno alemán enojados que los autos de la suástica hubieran hecho pedazos a sus pilotos locales al acaparar los cinco primeros lugares.
Con la temporada finiquitada, Auto Union le preparó un Tipo C aerodinámico carenado para romper el récord mundial de velocidad durante la semana de récords de octubre Rekordwoche. Se hicieron corridas en la carretera Frankfurt- Darmstadt y Bernd logró tres récords absolutos y 16 de clase. En noviembre nacería su primer hijo, Bernd II y, mientras estaba en casa disfrutando la vida en pretemporada, Mercedes movió sus palancas en el gobierno para que se les permitiera intentar recuperar los récords mundiales de velocidad en el helado enero de 1938, y Auto Union construyó un nuevo auto aerodinámico para defenderlos.
La prueba fue el 28 de enero y Caracciola (Mercedes) rompió el récord de Rosemeyer en la clase B temprano, por lo que cerca del mediodía fue el turno de Bernd de tratar de recuperarlo en el nuevo Auto Union, que era un auto de efecto suelo no intencionalmente. Dio un par de corridas exploratorias y en la tercera, rumbo al sur pasó bien en el kilómetro lanzado –rompiendo el récord de Caracciola aunque necesitaba una corrida en el otro sentido para que fuera oficial– pero antes de llegar a la milla una ráfaga en el paso a desnivel de Mörfelden le dio de lado, lo sacó al camellón y aunque él maniobró para evitarlo, cuando las dos llantas delanteras tocaron el pasto, el auto se levantó, se perdió el efecto suelo y voló y se desintegró. Bernd quedó descansando a unos 400 metros del accidente, en un claro en el bosque como a 50 metros de la carretera, sin una gota de sangre, sin golpes aparentes, pálido y entero. Muerto. Hubo luto nacional, y Bernd se volvió leyenda.
Para hacer un comparativo, es como si hubiera entrado a F1 sin haber corrido jamás una carrera de autos, así de bueno. Corrió 31 carreras de tipo gran premio (antes había carreras no puntuables) y ganó 10 de ellas, con 12 VR. Pero su total son 31 carreras, punto, tantas como corren muchos pilotos ahora en una campaña. Un talento natural, inmenso, y una pérdida inmensa. Hay un memorial en su honor en el sitio en que murió cerca de Darmstadt.