FOTO: Chris Owens/IMS

Roger Penske es el dueño nuevo de la IndyCar y de las «500 Millas de Indianápolis». No en el terreno deportivo, sino en el administrativo.

Una subsidiaria de la empresa que dirige, Penske Corporation, ha comprado a la categoría estadounidense y al Indianapolis Motor Speedway, entre otros activos, que eran propiedad de Hulman and Company. La transacción, cuyo proceso inició hace pocas semanas, se realizó mediante la división Penske Entertainment Corp.

«Tengo un gran compromiso para asumir aquí, sin duda, como el administrador de esta gran organización y lo que se ha hecho en el pasado, durante tantas décadas”, afirmó Penske en conferencia de prensa.

«Es mi compromiso con la familia Hulman. El hecho de que nos seleccione es una oportunidad para asumir esta inversión, es increíble».

Paralelo al crecimiento de sus negocios en el área de transporte y manufactura en la industria automotriz, Penske Corporation tiene una historia extensa en la gestión de eventos de automovilismo, la cual inició con la adquisición de autódromo de Michigan en 1973.

Competencias como el Gran Premio de Cleveland y el de Detroit, y los óvalos de Nazareth y Fontana, han pasado bajo su administración, además de involucrarse en proyectos con los promotores de las pistas de Homestead y Rockingham, Carolina del Norte.

Penske con Tony George (FOTO: Chris Owens/INDYCAR)

Con esta venta, la relación de 74 años que las competencias de autos Indy tuvo con la familia Hulman-George llega a su fin. En 1945, Tony Hulman adquirió el circuito y restableció a la Indy 500 como uno de los eventos deportivos más importantes en Norteamérica.

El jefe de la Junta Directiva actual de Hulman & Co. es Tony George, el personaje que creó la Indy Racing League en 1995, evento que detonó la «guerra civil» con la serie CART y que perjudicó la imagen de la Indy 500.

El traspaso de propietarios se completará en enero, una vez que se reciba la aprobación del Gobierno local; mientras George y Mark Miles, Jefe Ejecutivo de Hulman & Co, buscarán seguir involucrados en los proyectos futuros, Penske pasará el resto del año analizando áreas de oportunidad para continuar con el progreso de la serie y del circuito.

Al ser cuestionado sobre conflictos de interés potenciales, al ser dueño de la serie, del circuito y de un equipo de carreras a la vez, Penske dijo:

«Entiendo la integridad, y debe haber una línea brillante, y para mí sé cuál es mi trabajo, y espero tener suficiente credibilidad con todos para asegurarnos de que no haya un conflicto, y haré mi mejor esfuerzo para asegurarme de que no lo sea».