ESTÁ

Pastor no es un improvisado en la Fórmula Uno ni un amateur jugando a ser profesional como muchos pilotos antes de la última década del siglo pasado. Si al venezolano le hubiera tocado competir en aquellos años, probablemente no hubiera durado mucho en la categoría.

Sin embargo, el sudamericano debe ser juzgado y contextualizado en su propia época y debemos dejar de ser románticos pensando en que sólo es el talento el que lleva o mantiene a un joven detrás de un volante. Pastor, como otros, es el reflejo de los pilotos nuevos y de la F1 nueva que depende en demasía de patrocinadores e intereses que mantienen a los volantes dentro o fuera de la misma.

En otra época, a Button probablemente nunca le hubiera sido tolerada tanta mediocridad antes de un campeonato, habríamos perdido algunos niños de RBR si no fuera por el apoyo de dicha compañía a su escuela y Nico Rosberg difícilmente seguiría en Mercedes si no fuera por su nacionalidad.

Lo mismo sucede con Pastor, en otra época habría durado poco su carrera en F1, pero hoy en día sus accidentes simplemente son parte de un presupuesto de un patrocinador que sabrá si vale la pena o no tenerlo a bordo en la categoría máxima. Adicionalmente su agresividad y accidentes se deben, en gran parte, a todas las medidas de seguridad que permiten a los pilotos poder arriesgar más, si bien ello no implica que sean irracionales en su actuar.

Cierto, su temeridad y falta de control no son de nivel de F1 si sólo hablamos de capacidad, pero la categoría ya no es únicamente un lugar donde se juzgue el talento y debemos acostumbrarnos a ello. Al final, diría el filósofo acapulqueño, “pertenece a la F1 porque está en la F1”.

Carlos A. Jalife Ruz | Twitter @elzurdojalife | laplumadelzurdo.blogspot.mx

NO DEBERÍA ESTAR

Al principio parecía algo entretenido: “Miren, Pastor choca en cada carrera”. Después se volvió algo preocupante al ver que los choques ya no sólo eran de él y se llevaba por delante a otros pilotos. Luego vino la esperanza al verlo ganar su primera carrera de Fórmula Uno. Ahora, cada año vemos a miles de aficionados realizarse la misma pregunta “¿Qué sigue haciendo Pastor todavía en la F1?”.

La respuesta es sencilla y se basa en los millones de dólares que aporta para el equipo que decide sacrificar un asiento para tener algo de solvencia económica. El año pasado, en abril, hice un artículo objetivo sobre los choques de Pastor Maldonado en su corta carrera de F1. Desde entonces, el venezolano le ha añadido a su currículum, choques en las prácticas libres de Singapur, China y Bélgica; salir de la Calificación de España por contacto con la pared y tres incidentes de carrera con Ericsson (España), Bianchi (Hungría) y Esteban Gutiérrez (Gran Bretaña).

Este año ha sido más balanceado, pues el venezolano se ha encontrado en muchos choques, pero la mitad no han sido su culpa y podemos decir que Button, Nasr y Grosjean le deben, pero él ya también le pegó a Grosjean en Gran Bretaña y a Checo Pérez en Hungría. Van cinco años y no ha cambiado nada, no se ve evolución, su victoria parece cada vez un caso de buena suerte y no el gran manejo de un piloto campeón de GP2.

Casualmente, Williams mejoró (en parte son los motores) en cuanto Pastor se fue y Lotus ahora está peor (claro que vino a cubrir a Raikkonen lo cual no es cosa fácil), pero todo tiene el mismo común denominador: Pastor Maldonado. Así que no, el venezolano no debería estar en la Fórmula Uno y ya sería bueno que llegue alguien que sí corra al límite, pero sin rebasarlo tan seguido.

Link a la columna del año pasado: http://fast-mag.com/mag/2014/06/crashtor-mito-o-realidad/

Omar E. Jalife Ruz | Twitter @ojalife | ladesmanianada.blogspot.com