Por Miguel Hernandez.
El francés controló todo el fin de semana de competencia y terminó ganando 19 de las 22 etapas de las que constó el Rally Australiano, obteniendo su sexta victoria de la temporada, además Ogier también buscaba conseguir el campeonato de pilotos, pues a falta de tres fechas las condiciones eran las óptimas para conseguirlo, pero al final un punto lo privó del doble festejo.

Todo parecía puesto en bandeja, pues para la última etapa los resultados eran los propicios y solo una verdadera catástrofe le quitaría su primera corona, pero la suma de circunstancias que se la arrebatarían, por lo menos por una jornada más, se presentaron en los 29.44 kilómetros finales, con lo que en la línea de meta fue informado de que el título tendría que esperar. Sebastien queda entonces con 212 puntos en la primera posición de la tabla general.

El segundo puesto fue para Thierry Neuville quien era la principal oposición entre Ogier y el campeonato y rodó en tercer lugar la mayor parte de la justa, además los tiempos indicaban que todo continuaría así, pero una pinchadura en el auto de Hirvonen le dio la oportunidad de avanzar un lugar, lo que sumado a los dos puntos obtenidos por llegar segundo en la última etapa especial, le hicieron alcanzar las 129 unidades en la tabla general y postergar la celebración de Ogier.

El tercer puesto fue para el finlandés Mikko Hirvonen quien corría la última etapa como mero trámite para confirmar su segundo puesto, pero como comentábamos anteriormente, sufrió una pinchadura que le hizo no solo perder su cómoda ventaja sino entrar 30 segundos detrás de Neuville con lo que se queda con el cuarto lugar general con 103 puntos, después de su compatriota Jari-Matti Latvala quien suma 110, al terminar cuarto en la competencia.

La siguiente cita es en el Rally de Francia, del tres al seis de octubre, donde se espera la coronación de Ogier; la cita se vuelve imperdible ya que será la última carrera de Sebastien Loeb antes de migrar al WTCC y una victoria de la leyenda del WRC le restaría brillo al logro de Ogier.