Es una de las estrellas del autoshow de Detroit, sin lugar a dudas. Además del nombre, llama la atención por su figura, vanguardista y agresiva, alejada de lo visto en los modelos más tradicionales de la marca. Deriva del GT Concept y no comparte plataforma con ninguno de sus hermanos de gama, pues el Stinger es el único KIA de tracción trasera (opcionalmente puede ser integral).
Su forma no es propiamente la de un sedán, sino más bien la de los llamados “coupé de cuatro puertas”, como el Audi A5 Sportback, BMW Serie 4 Gran Coupé, entre otros. Si bien es apenas un par de centímetros más largo y ancho que un Optima, la distancia entre ejes del Stinger es 11 cm mayor que el primero, lo que contribuye a esa sensación de agresividad y deportividad. La carrocería está compuesta con un 55% de aceros de resistencia ultra alta.
Estará disponible con dos motores: un 2.0 litros turbo de 4 cilindros que entrega 255 caballos, así como un V6 biturbo de 3.3 litros que llega a 365 HP. En cualquier caso la transmisión es automática de ocho velocidades. Con el motor más potente llevará llantas de 19 pulgadas, con 225 mm de pisada al frente, y 255 detrás. Igualmente con el V6, KIA anuncia una velocidad máxima de 269 kph, así como una aceleración de 0 a 100 kph en 5 segundos. La suspensión es de firmeza variable y los frenos están firmados por Brembo.
Los interiores se aprecian bien acabados, con formas que resultan concordantes con el diseño exterior. Hay piel Nappa y plásticos de buena factura, con mucho equipamiento de serie, tanto de seguridad como de infotenimiento; no podía faltar la enorme pantalla TFT central desde la que se podrán controlar y configurar diferentes elementos del auto. Opcionalmente podrá llevar un equipo de audio Harman Kardon de 12 bocinas, así como diversas ayudas electrónicas a la conducción apoyadas en radares y cámaras. Los faros y las calaveras son de LED. Comenzará a venderse a finales de año en Estados Unidos y, curiosamente, llegará antes a México, quizá en agosto o septiembre.