El local Michelisz triunfa en la Carrera 2 ante 55,000 delirantes húngaros. RICHARD RODSON reporta.

El Hungaroring suele ser una pista procesional, de ahí la importancia de calificar adelante y los Chevrolet barrieron con las tres primeras posiciones de la parrilla, siendo el campeón Yvan Muller el que logró la PP, delante de sus coequipero Rob Huff y Alain Menú, éste último quien había obtenido la PP en 2011. Atrás fue cuarto Gabriele Tarquini, SEAT, con los BMW del marroquí Mehdi Bennani y el húngaro Norbert Michelisz en tercera fila. Pero los dos BMW del equipo ROAl fueron enviados a la ola pues los ingenieros les conectaron sus computadoras cuando estaban en el parque cerrado, grave rotura de las reglas.

Carrera 1

Miller hizo una gran arrancada, pero Tarquini salió mejor y cuando Huff se les unió al frenar para la Curva 1 Rob y Gabriele se tocaron, el SEAT salió por los aires y cayó con las ruedas dañadas para retirarse en los fosos. Muller aprovechó el incidente para despegarse de su coequipero inglés, mientras Menu chocaba con O’Yoong y Michelisz, caía al quinto lugar y recuperaba el podio antes de cerrar la vuelta, tal era el dominio de los Cruze.
La carrera se volvió una procesión, afortunadamente corta, y otro 1-2-3 para Chevy en el 2012.

Carrera 2

La parrilla la encabezó Engstler en su BMW con Oriola (SEAT), mientras los Chevys iban 8-9-10. Una gran arrancada del local Michelisz le dio la punta en la primera curva, la cual tomó seguido por el SEAT de Pepe Oriola y el BMW de Mehdi Bennani, con Menu avanzando cuatro sitios en los metros iniciales para ponerse cuarto, delante de Monteiro y Tarquini, quirnes se daban con todo por el quinto sitio, y los acechaban los otros Cruze con Huff delante de Muller.

La carrera no tenía grandes rebases, los autos estaban muy parejos y cuando en el giro 9 el marroquí Bennani se animó a intentar ir por el segundo, él y Oriola se fueron anchos y Menú los pasó a ambos. Similarmente Muller quiso pasar a Huff en el giro final, se despistó y acabó 10°, mientras los locales vitoreaban a su piloto Michelisz, cuyo BMW naranja conservó el control de la carrera de principio a fin.