¿Puede Sauber meterse en la lucha de las escuderías que comandan la mitad del pelotón? Marcus Ericsson piensa que no… por ahora.
Tras finalizar en noveno lugar en Bahrein, el cual obtuvo con una estrategia de una sola detención en fosos, el sueco llega a la tercera fecha de la Fórmula 1 con la encomienda de seguir mejorando el rendimiento en carrera, aunque al mantener competitividad en la carrera pasada, no descarta que el conjunto suizo pueda acercarse a los que pelean por posiciones más adelantadas.
“Creo que tenemos una base muy sólida para trabajar”, indicó este jueves, en la conferencia de prensa de la FIA. “La mitad de la parrilla está muy, muy cerca, y siento que estamos en esa mitad, pero probablemente en la parte baja al momento”.
“Pero también, como Toro Rosso demostró el fin de semana pasado, si tú das un paso, puedes moverte rápidamente hacia arriba o abajo en ese grupo medio. Entonces, primero que nada, estoy muy feliz de que fuimos parte de ese grupo por pura velocidad. Ahora necesitamos trabajar incluso más fuerte para intentar mejorar esa posición”.
Ericsson, quien no sumaba puntos desde hace 50 carreras (Italia en 2015), destacó las mejoras que su escudería ha implementado en el invierno, desde la llegada de Alfa Romeo como socio comercial y el uso de los motores Ferrari de nueva generación, describiéndolo mejor “en potencia, manejabilidad y administración de energía.
Sin embargo, el aspecto que más destaca es el ambiente que se vive en su grupo de trabajo, después de años en los que se han enfocado más en sobrevivir que en obtener resultados; hoy, la prioridad ha vuelto a ser la intención de luchar y trabajar por mejores posiciones.
“Ha sido un gran cambio y puedes sentirlo dentro del equipo”, compartió.
“Puedes sentir que la motivación es muy alta, la gente está creyendo de nuevo. Es una gran motivación avanzar en la parrilla, mientras se ha tratado más de que el equipo sobreviviera en los últimos años, así que no mucho ha sido de empujar hacia la performance, ha sido más empujar para intentar sobrevivir cada semana, cada carrera”.
Ericsson le dio a Sauber sus primeras dos unidades, dejando a Williams como la única en no abrir su cuenta en el Campeonato de Constructores.