El fabricante francés de neumáticos presentó de manera formal la solicitud en la que se postula como proveedor oficial de neumáticos para la temporada 2017, ya que el contrato vigente con Pirelli expira al finalizar la campaña del 2016. Desafortunadamente para Michelin, la balanza parece inclinarse hacia el lado italiano para renovar por los próximos tres años.
Esto se puede explicar en la postura de ambas casas llanteras, pues Michelin deja condicionada su entrada a situaciones muy específicas como son: Que los rines cambien de las 13 pulgadas que actualmente tienen a un diámetro de 18 pulgadas tal y como ocurre en la Fórmula Eléctrica de la que ellos actualmente son proveedores, y que la tecnología aplicada a los compuestos se refleje en neumáticos durables, que son sean foco de preocupación para equipos y pilotos.
Por su parte Pirelli siempre ha trabajado de la mano con las necesidades de la F1, pues siempre han tratado que los neumáticos sean un condicionante de equilibrio y espectáculo en las competencias. Son precisamente la degradación y su tiempo limitado de vida lo que ha hecho a los italianos la mejor opción para la categoría, por lo menos mientras las estrictas regulaciones no sean más flexibles como para encontrar equipos más parejos en la parrilla de la máxima categoría.
El mismo Bernie Ecclestone se ha declarado a favor de Pirelli al declarar: “Ellos (Michelin) podrían hacer una llanta tan dura como la roca que podrías poner en enero y quitarla hasta diciembre, pues no querrían ser criticados”.
Por su parte, Pascal Couasnon – director de Michelin Motorsport – comentó: “La razón por la que tomamos la decisión de competir es porque queremos proponer ideas en los campos en los que nos sentimos decepcionados de la F1, especialmente en la posición en la que se encuentra el manejo de las llantas”.
“Si queremos tener credibilidad no sólo podemos criticar sin ofrecer soluciones, por lo que tiene sentido aplicar y discutir nuestras ideas, ya veremos si a los demás les interesan o no. Actualmente las llantas son usadas como un objeto que tiras después de unas cuantas vueltas, lo que no es bueno para la industria que representamos”, concluyó el dirigente de Michelin.