La vagoneta compacta sólida en manejo

La vagoneta Mercedes Clase C no es una de esas alemanas prácticas que rivalizan con su hermano sedán en popularidad, pero ese balance podría inclinarse un poco en favor de la vagoneta con la generación W205. No sólo hay más espacio de carga disponible –490 litros que pasan a 1,510 con los asientos abajo, la mejor cifra del segmento– sino que también hay la opción de una suspensión de aire autonivelada que seguro será popular con la fraternidad usuaria de remolques.

Crecido 80 mm entre ejes y casi 100 mm en total, el nuevo Clase C ofrece 45 mm más de espacio para las piernas en la segunda fila que su predecesor. El espacio al frente es excelente, y la cajuela está bien empacada, con costados planos y una pestaña ancha de carga.

pag112_005El desempeño, el paseo y el manejo son como los encontramos en el sedán Clase C: sólidos y más que respetables en cualquier caso, pero no son sobresalientes en general. La respuesta en rango medio es definitivamente mejor en el C250 que en el C220 diésel, y por menos de 5,000 dólares de diferencia entre ambos (cortesía de la caja de cambios automática de la primera) y sin ganancia en consumo o emisiones, escoger la C250 parece la mejor compra instintiva. La suspensión de aire entrega un paseo cómodo en carretera, pero carece del control de carrocería y ruedas sutil de la especificación Sport con resortes de acero.

Es un cumplido para el estilizado de Mercedes que, con todo, el Clase C vagoneta sea incluso más atractivo que en forma de sedán.
MATT SAUNDERS

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