Este concepto atrevido muestra lo que podemos esperar de Tata en Europa, dice STEVE CROPLEY
FOTOGRAFÍA PETER SPINNEY/ADAM WARNER
Hace dos años Tata nunca había fabricado un auto concepto propiamente y probablemente no hubiera podido. Lo que sí tenía eran grandes planes y este año, en el Salón de Ginebra, el conglomerado indio mostró una extensión a su gama de autos con el conceptual inteligente de ciudad llamado Megapixel, creado por sus recién integrados equipos de diseño. Los comentaristas coincidieron que el auto –tan especulativo como práctico– fue uno de los conceptuales más impresionantes del Salón.
El Megapixel es el segundo concepto de Tata. El primero fue el Pixel –basado en el Nano– presentado en Ginebra 2011 para promocionar las nuevas habilidades de diseño de Tata y mostrar como se vería una versión europeizada del Nano de bajo costo. El auto fue bien recibido, pero los entusiastas indios reaccionaron con tanta fuerza a las sugerencias que sería sólo para Europa que montaron una página de Facebook llamada ‘Traigan el Pixel a India”. La acción fue tan efectiva que Tata tomó nota y presentó el siguiente concepto, el ligeramente mayor de tamaño y rango Megapixel, frente a una selección extensa de vistas idiosincráticamente indias.
Un papel clave para el Megapixel, de acuerdo al recién nombrado jefe de diseño de Tata, Pratap Bose, es avanzar y publicitar una corriente de diseño indio moderno que la compañía planea usar para sus autos en los años venideros. La combinación de colores cálidos, una irreprochable lógica india de diseño, eficiencia extrema del espacio a usar y un patrón ‘jali’ tipo enrejado para techo, tapicería y luces, don elementos que Bose y su equipo usarán para construir un carácter individual para los autos de Tata.
El Megapixel también empuja las barreras a la tecnología en la mayoría de los frentes. Los contorneados paneles de la carrocería que envuelven su chasis de acero tubular están formados de un compuesto de ultra bajo costo. Los asientos están hechos de un compuesto de nylon-vidrio que ahorra espacio y peso. El auto es tan ligero que su fuente de poder ampliadora de rango –un motor eléctrico montado atrás con un minúsculo motor de gasolina de un cilindro para su generador interno– da un alcance de 900 km, emite un magro 22g/km de CO2 y da más de 85 kpl en el ciclo combinado.
Las puertas corredizas dobles en cada lado, ideales para los estacionamientos congestionados en las ciudades indias, ofrecen asombroso acceso para la cabina de cuatro asientos. Para este problema Tata ha desarrollado un sistema de dirección de ‘cero vuelta’ que permite al auto girar, literalmente, a en su propia longitud. Para que funcione, Tata ha empleado la transmisión infinitamente variable de la compañía inglesa Torotrak que la mayor parte del tiempo tracciona las ruedas traseras, pero cuyos engranes epicíclicos controlados por computadora pueden ir en dirección contraria para maniobras súper estrechas.
Fuentes de Tata dicen que el Megapixel no se producirá tal cual. Es un auto experimental cuyo propósito es desarrollar las habilidades emergentes de Tata en diseño y su tecnología de bajas emisiones. Pero si la reacción ampliamente favorable a su practicidad ‘mona’ es un indicio, probará ser la demostración más efectiva hasta el momento de los principios de ingeniería frugales que Tata está determinado a usar para alcanzar sus metas.