Pocas veces se puede ver un campeonato tan cerrado como el de la Fórmula E en 2018-19.
Siete ganadores distintos, representando a siete equipos distintos, se han repartido victorias en las siete primeras carreras del calendario, mientras 13 participantes han subido al podio en al menos una oportunidad. Solo 21 puntos separan a los diez primeros lugares, algo que nunca se había visto en la historia corta de la serie eléctrica.
Por ello, de acuerdo con Allan McNish, no solo se requiere un auto competitivo, sino perfección en la ejecución del plan de trabajo a lo largo de las sesiones en pista.
«Esta temporada, hemos visto que nuestro auto de carreras y equipo tienen el rendimiento para estar al frente de la parrilla – (tras) sumar nuestro 1000° punto en Fórmula E en la última carrera en Roma», dijo. «Sin embargo, con su nivel extremadamente alto y carreras competitivas, Fórmula E no perdona incluso al más pequeño de los errores».
«Siete ganadores en siete carreras, los seis primeros en el campeonato de pilotos están cubiertos por 10 puntos, la diferencia exacta entre terminar primero y tercero el sábado. Estamos justo ahí, en contención, pero necesitas un día perfecto a fin de ganar en Fórmula E. Todos estamos enfocándonos en hacer que ese día perfecto ocurra en París».
Para ello, sus pilotos tienen la meta de sobresalir desde la calificación, uno de sus puntos débiles porque la conformación de los grupos ha resultado en su contra.
Lucas Di Grassi, ganador en París en 2016 y quien se ubica quinto en la puntuación, ha arrancado en quinto lugar o mejor en dos eventos en este año, aunque ha podido convertir sus esfuerzos en un triunfo, un segundo lugar y cinco resultados en zona de puntos.
Su coequipero Daniel Abt fue el más consistente hasta Roma, donde por primera vez en la campaña se fue a casa sin unidades. El alemán solo ha accedido a la «Super Pole» en dos ocasiones».
En este contexto, el ex campeón de la categoría tiene como prioridad lidiar ante las circunstancias para no tener que dedicarse a recuperar terreno, mitigar daños ni exponerse a incidentes, como lo ocurrido en Sanya, cuando un bloqueo de Robin Frijns derivó en un choque entre el mismo holandés con el brasileño.
«Estaré en el primer grupo otra vez, lo cual sin duda no es una ventaja, pero incluso desde ahí, es posible entrar a la Super Pole y ese es exactamente lo que nuestra meta principal tiene que ser, así tendremos una posición de salida óptima en la carrera», aseguró.