Foto: Cortesía McLaren

Para algunos, el híperauto más reciente de la marca de Woking, GB, es más raro que atractivo. Sin embargo, es “raro” ya que a diferencia de otros autos que sólo buscan estética porque sí (léase los italianos), todas las formas, curvas y nervaduras de esta maravilla de la ingeniería tienen una función específica. Al menos a nosotros esa rareza nos parece una belleza sublime.

El nombre Speedtail es un tributo a los 403 kph que alcanza, la velocidad más alta lograda por un McLaren de producción desde el F1 (391 kph). Pocos deportivos rondan esa cifra, como el Bugatti Chiron que llega a 420 kph oficiales (que bien podrían ser 450). Su aceleración también es exuberante, pues oficialmente va de 0 a 300 kph en 12.8 segundos (lo que tarda un compacto en llegar a 100 kph a la altura de la CDMX), mejorando al McLaren P1 (16.5s) y al Chiron (13.6s).

Este biplaza de prestaciones altísimas pertenece a la gama de modelos Ultimate Series de McLaren. Su producción está limitada a 106 ejemplares (misma cantidad del McLaren F1 legendario de 1993) y comenzará a fines de 2019, por lo que aún falta un buen rato para que lo veamos rodar. Para sorpresa de nadie, todos los Speedtail fueron vendidos antes de la presentación a un precio de dos millones de euros por unidad (casi 50 MDP).

El chasis monocasco está fabricado enteramente en fibra de carbono. Por su parte, el tren motor es híbrido y con una potencia total de unos 1,050 caballos. No obstante, McLaren aún no ha revelado detalles sobre si hay uno o varios motores eléctricos ni la potencia de estos ni del motor térmico en lo individual, aunque éste irá en posición trasera central. El diseño de la carrocería está inspirado en los autos de competencia, que a su vez imitan a la de una gota de agua, o sea, la silueta más aerodinámica de la naturaleza. Es un coche muy largo (5.14 metros) y tiene un voladizo trasero largo y afilado especialmente estudiado para lograr una eficiencia aerodinámica alta. El perfil alargado y de formas suaves reduce la resistencia al avanzar, ya que produce menos turbulencia en la parte trasera; a ello también contribuyen la cola tipo Kamm y el difusor posterior. Al igual que en el McLaren F1, el puesto de conducción está en el centro con dos asientos para los pasajeros, uno a cada lado y en posición retrasada.

Foto: Cortesía McLaren

Las puertas abren hacia arriba al estilo “alas de mariposa”. Toda la parte superior de la carrocería está acristalada y con algunos paneles electrocromáticos que se pueden oscurecer pulsando un botón para regular la luz que pasa al interior. La aerodinámica es activa, superficies que se mueven para aumentar o disminuir la fuerza que el aire ejerce sobre la carrocería y aumentar el agarre en las curvas.

Aunque los cuatro rines tienen el mismo diseño y son de 20 pulgadas de diámetro delante y 21 detrás, el aspecto de los delanteros es distinto porque llevan una especie de “tapón” (mexicanismo), pero hecho de fibra de carbono que está fijo, no gira, y fue diseñado para reducir la turbulencia en las salpicaderas. Las Pirelli P-Zero que monta están especialmente desarrolladas para el Speedtail. Los materiales ligeros están presentes en toda la estructura del coche: la suspensión está fabricada en aluminio y los discos de freno son carbonocerámicos. Piezas como difusores delantero y trasero y aletas laterales son de una mezcla de fibra de carbono y titanio, aún más ligero que la fibra en sí. Su peso total oficial es de apenas 1,450 kg.

Al interior destaca el tablero por sus controles escasos, a excepción de dos perillas. Hay tres pantallas, una de las cuales va directamente frente al conductor, es de mayor tamaño y funciona como cuadro de instrumentos y a sus lados van dos pantallas táctiles a la misma altura. Otras dos pantallas adicionales, a mayor altura y en los extremos del tablero, hacen las veces de espejos retrovisores. La imagen que muestran procede de dos cámaras retráctiles pequeñas en el exterior. Hay algunos botones en el techo, como los del selector de velocidad y el que activa el modo Velocity o los alerones (Active Dynamic Panels). Toda una maravilla de la tecnología, una belleza exuberante que seguro hará historia y que ojala algún día podamos probar.

VÍCTOR ORTIZ

Foto: Cortesía McLaren