Marc Márquez recibió el alta médica para participar en la prueba de pretemporada que MotoGP realizará en Sepang en los primeros días de febrero.
El español ha pasado el invierno bajo tratamiento para combatir la diplopía (visión doble) que se le diagnosticó en octubre tras sufrir una caída – con conmoción incluida – mientras entrenaba off-road. Este mal también lo sufrió en 2011 y amenazó con cortar su carrera en el motociclismo.
En las últimas semanas, Márquez ha mejorado en su estado de salud a tal grado de que su equipo médico le autorizó volver a entrenar sobre dos ruedas este mismo mes de enero.
Primero entrenó en motocross el Circuito de Ponts, en Lleida, Cataluña, y después probó la Honda RC213V-S en Portimao, así como una máquina CBR600RR de la casa japonesa en Aragón.
¡Echaba de menos un domingo así! ✊🏼
I missed a Sunday like this!#MM93 pic.twitter.com/jJybDtudy0— Marc Márquez (@marcmarquez93) January 17, 2022
Antier lunes, Márquez se sometió a otro control médico que reconfirmó que el tratamiento ha sido todo un éxito, por lo que se le dio luz verde para pilotar una moto de MotoGP.
De esta manera, el octacampeón mundial se subirá por vez primera al modelo RC213V de Honda el 5 y 6 de febrero en Sepang, Malasia, en la ronda de pretemporada de MotoGP, siendo la primera vez que montará maquinaria de la categoría estelar desde su victoria en Mugello, en octubre pasado. A la postre, irá a los tres días de ensayos en Mandalika, Indonesia.
Márquez no compitió en el Mundial de 2020 por una lesión de brazo que lo llevó al quirófano en ocasiones múltiples; el año pasado finalizó séptimo en la Clasificación general con tres victorias y resultados de puntos en las diez carreras que completó, ya que se perdió cuatro Grandes Premios (dos por lesión y dos por la conmoción y diplopía).