A lo largo de su historia, Lotus ha desarrollado un gran número de autos fascinantes, sin embargo, también ha tenido que nadar contracorriente y casi siempre ha enfrentado problemas financieros. Cambios de dueño con relativa frecuencia y un comité directivo igualmente inconstante han colaborado para que el futuro de la marca sea incierto. Y si bien la directiva actual ha mejorado la calidad de sus modelos y procesos, y ha establecido un nuevo plan de desarrollo de producto, parece que Lotus podría tener una nueva empresa matriz muy pronto. A pesar de que aún no existe información oficial al respecto, se rumora que el gigante automotor chino Geely está muy interesado en comprar Lotus Cars. El fabricante de automóviles británico ha sido propiedad de Proton desde 1996, pero después de que Proton fue vendido a DRB-Hicom en 2012, los inversionistas pidieron vender Lotus.
Uno de los medios malayos más importantes –The Star Online- publicó que PSA (Peugeot-Citroën) está interesado en comprar Proton a DRB-Hicom. Mientras, Geely –dueños actuales de Volvo- está interesado en comprar Lotus a Proton. El reporte indica que Geely no tiene ningún interés en los vehículos de mercado masivo de la marca malaya Proton, mientras que a PSA no le interesa una marca de coches deportivos como Lotus.
Por su parte, el gobierno chino ha estado alentando a sus fabricantes de automóviles locales a comprar tecnología que aún no tengan desarrollada, por lo que comprar Lotus seria benéfico para ambas compañías. El fabricante inglés necesita urgentemente una inyección de capital, mientras que Geely, con la intención de competir más decididamente en el mercado global, obtendría una gran cantidad de conocimientos técnicos y de ingeniería de Lotus.
La gestión de Volvo por parte de Geely ha sido “hands-off”, lo que quiere decir que los chinos se han enfocado a meter los recursos, pero el desarrollo de los autos (tecnología, diseño, plataformas, etc.) ha recaído enteramente en manos de los suecos, y se nota. De concretarse la compra de Lotus y repetir la estrategia seguida con Volvo, la compañía de Colin Chapman podría tener sus mejores años por venir.