Es sencillo definir a los pilotos internacionales, pero que tal los mejores pilotos mexicanos en México. Nos dimos a la tarea y aquí nuestro veredicto.
INTRODUCCIÓN
Lo primero que se impone es excluir a los que enfocaron más a campeonatos internacionales, como los hermanos Pedro y Ricardo Rodríguez –quienes fueron campeones nacionales antes de internacionalizarse en 1958– o Héctor Alonso Rebaque o Mario Domínguez; tampoco entran Sergio Pérez y Esteban Gutiérrez –quienes no corrieron en México– y tomar en cuenta solamente la actuación de los candidatos en pistas y campeonatos nacionales. Como en el ejercicio del FASTmag #24, la calidad y cantidad de participantes en las series nacionales es la determinante, además de la variedad de los triunfos y los títulos conseguidos y la calidad de la oposición, por lo cual se asignaron puntos a la competitividad de las series y se tabularon los resultados con apoyo de otros pilotos que corrieron en generaciones diversas y evaluaron desde la pista a sus rivales.
Campeón mundial de kartismo en Nassau 1960 y luego piloto del equipo de los Tigres de Ford en los años 60s donde compartió el volante con los hermanos Solana, para posteriormente ser el dominador de la clase 4, la de gran cilindrada, de Turismo Nacional con su Mustang original.
Campeón de la posguerra hasta que se inauguró el autódromo. Ganador constante en el autódromo de Balbuena, trajo Ferrari TR y Jaguar D a México. Doble campeón nacional en 1956, con Buick y Jaguar, ganó en Avándaro. Su medio hermano mayor, Julio ‘Yuyo’ Mariscal, también fue piloto y corrió en la Panamericana.
Rafa Martínez fue subcampeón de innumerables series de turismos y monoplazas en México y no fue hasta que dominó la Copa Mustang a inicios del siglo XXI que se quitó el mote de ‘eterno subcampeón’ y lo hizo con un tricampeonato al hilo. Sigue siendo protagonista en la NASCAR México en la que se coronó en 2007.
Ganador de la Costa a Costa 1964 y generalmente ligado a Automex (Chrysler México) con cuyas modelos compitió y ganó desde Plymouth hasta Super Bee. Fue segundo en las 24 Horas de Daytona en 1975; perdió un pie en un choque en la Espiral capitalina, pero todavía fue sexto en Le Mans en 1982 en un Porsche 935.
Ganador de fórmulas y turismos en los 60s y 70s, iba a irse a correr a la F2 en 1972 como parte del equipo de Pedro, la Scuderia Rodríguez, junto con el argentino Marincovich.
Protagonista en México con sus autos Porche 911, Super Bee, Cobra y Gulf- Ford, siempre peleando el triunfo absoluto.
Originalmente de formación mecánica, se entrenó en EU y posteriormente fue multicampeón nacional de turismos en las clases menores con su Datsun BRE, erradicando el dominio de Renault y VW entre los autos menores de 2 litros en los años 70s; ahora es destacado comentarista de televisión.
De manejo dominante en turismos, fue segundo en Daytona y noveno en Le Mans en 1975 sobre Porsche 911 con Billy Sprowls.
Multicampeón nacional, también dominó la serie vintage tras su ‘retiro’ aunque sigue corriendo y ganando en el CAHR hasta la fecha.
Aparte, ganó la clase C2, con Giovanni Aloi, el Mundial de Prototipos en 1989, en México.
El norteño tuvo más de una quincena de títulos nacionales y poseedor de más de 40 autos, que corría y prestaba a sus rivales, él popularizó esta rama del deporte en México.
Alcanzó la Semifinal NHRA en Houston 1993, algo que ningún otro azteca logró. En pista también ganó en TransAm, aunque corría por diversión.
Rallista tricampeón nacional, también tricampeón de la Copa FIA NACAM, además de tener un título rallista español y diversas competencias WRC. Sus participaciones internacionales obligaron a elevar el nivel interno del rallismo mexicano a inicios del siglo XXI para que los demás pilotos pudieran competir con él.
Volante veracruzano con 17 títulos nacionales, la mayor parte de ellos en las categorías de baja cilindrada, a lo largo de cuatro décadas y constante animador de las series de resistencia, además de ganador de las 24 Horas de México. También fue dueño del autódromo Superjarocho, en Tejería, Veracruz.
Hijo de un piloto de inicio del siglo XX, fue apadrinado por Agustín Cassaux; obtuvo diversas victorias en las pistas en los 50s, parte del primer equipo mexicano en correr internacionalmente en 1955 en Sebring con Braniff. Primer campeón de Fórmula Junior en 1961-1962 y principal organizador del Gran Premio de México.
Campeón en las primeras series internacionales contra los pilotos de midgets estadounidenses entre 1938 y 1942, siendo el primero en batirlos consistentemente.
No corrió las Panamericanas y se dedicó a preparar autos –incluso para los hermanos Rodríguez– y fue precursor del kartismo en México y de sus primeros campeones.
Hijo del dueño del Autódromo Monterrey, se subió a los autos desde temprano y fue campeón de barquetas, turismos, stocks, F3 y resistencia, además de piloto internacional en Europa y América. Corre por gusto, pero en Monterrey era virtualmente invencible hasta en años sabáticos como cuando ganó en la NASCAR en 2004.
Se inició como copiloto de Agustin Cassaux y fue grande en los 30s y 40s. Campeón indiscutido antes que existieran los campeonatos nacionales, su primera gran victoria fue en la México-Puebla en 1935. Otros rehusaban a enfrentarlo, lo que cambió con las Panamericanas; murió cerca de Oaxaca la de 1952.
Rallista multicampeón nacional desde los dos lados del auto, como navegante, con pilotos como Agustín Zamora, y posteriormente como piloto, con navegantes como su primo Javier Marín, con quien incluso participó en rallies de campeonato mundial y a cuyo padre le aprendió los secretos de la especialidad. Fue dirigente de la Comisión Nacional de Rallies, promotor y sigue compitiendo en eventos de regularidad.
Destacó fuera de México, pero aquí ganó el concurso para apoyo de un asiento en Osella F1 y nunca le dieron el patrocinio. Uno de los más veloces en la F2, posteriormente fue tricampeón de monoplazas en la Fórmula Nacional (F3 con motores 2.4 litros Nissan) y se volvió promotor a nivel continental.
Emigrado a México tras la II Guerra Mundial, se convirtió en la sensación a fines de los 60 con sus actuaciones espectaculares en turismos y monoplazas, aunque se le recuerda más por los Javelin (ex Penske) con los que dio batallas increíbles a los GT de clase mundial en los 70s en las pistas aztecas.
Lleva 30+ años de promotor.
Agustín Cassaux, hijo de franceses, en los albores del siglo XX venció en la mayoría de las competencias programadas a bordo de autos como Mercer, Panhard-Levassor y, especialmente, su Hudson Super Six marcado con el número 13, que lo llevó a la cima de las carreras en México. Fue considerado el mejor piloto mexicano en la primera mitad del siglo pasado y el que puso al deporte motor en la mente de los mexicanos.
El ‘Oso’ fue piloto principal del equipo Shelby Mustang que dominaba la clase 4, la mayor, de Turismo Libremente Modificado del automovilismo nacional a fines de los 60s… y, a veces, también la clase abierta la cual él dominaba mayormente con su Lola Grupo 7, que le dio victorias y títulos en circuitos urbanos, carreteras, hill climbs y pistas al por mayor. Ganó casi siempre la clase hasta 2.5 litros con un Porsche 914 en los 70s.
Nueve veces campeón nacional de rallismo, considerado como el mejor piloto de la historia en la especialidad, y uno de los grandes navegantes, pues ganaba en ambos asientos del auto. Vencedor tanto en eventos rallistas de velocidad como de regularidad, también fue destacado piloto en pistas ganando las 24 Horas de México de las clases Pony y múltiples carreras de resistencia. Corre ocasionalmente todavía y cuando regresa a la acción, los podios siguen sumándose en su cuenta. Además ha sido maestro de generaciones de rallistas.
Hijo de Fred III, Freddy fue campeón de la SCCA en EUA en 1967 con un Mustang ex Rodríguez, y luego vino a México a correr y también fue campeón de muchas clases. Parte integral del equipo Rebaque-Van Beuren-Rojas (RVR) de los poderosos Porsche 911 en los años 70, fue probablemente el mejor piloto nacional de monoplazas, campeón en la Fórmula México, en la F3 y FF y gran piloto de Fórmula B.
Hijo del piloto y constructor de autos homónimo –los famosos ENCO de Fórmula Vee– fue campeón mexicano de monoplazas tanto en Fórmula K como en F2, pero también en prototipos –con su cuñado Michel Jourdain– y salió a la Indy Lights a cosechar puntos aunque nunca se internacionalizó. Fundó el Contreras Motorsport, campeón de la Mustang, y ahora es directivo de la NASCAR México, e impulsa la carrera de su hijo, EC III.
Campeón de kartismo en los años 60, tras muchos triunfos regionales, se integró al equipo American Wheels de Filiberto Jiménez y dominó la Fórmula K con su coequipero Gilberto Jiménez. Fundó el Martiga con su hermano Rodolfo para ganar la Superfórmula y regresó a la F2 para añadir otros títulos. Ahora es entrenador de pilotos, inició con su hijo David, y luego con David Garza y el F1, Esteban Gutiérrez.
Hijo del piloto del mismo nombre, destacó desde adolescente obteniendo título en la serie Neon y compitiendo con éxito en diversas categorías en México, llegando a obtener podios y triunfos en clases múltiples en un mismo fin de semana. Fue tricampeón de NASCAR México 2009-2011, pero debió ganar los títulos de 2007 y 2008 también. Actualmente corre en las trocas estadounidenses de NASCAR con desempeño creciente.
Hijo de don Filiberto, el impulsor del deporte motor en el norte de México, Gilberto empezó con un Mazda en los años 70s y fue bicampeón de la Fórmula K antes de irse a correr a Europa monoplazas, obteniendo puntos en el campeonato alemán de F3. Regresó a las pistas –ya siendo empresario– en la ILP a fines de los 90s y actualmente es el zar del Cuarto de Milla en el país.
Se dice que era el piloto de manejo más fino que hubo.
Multicampeón nacional de karts, subió a monoplazas y siguió arrasando con los títulos de las principales categorías, mexicanas, eslabonando cinco al hilo entre F2 y F3 en los años 90 para el equipo Herdez Competition, con el cual subiría a CART posteriormente, aunque ya estaba grande para internacionalizarse. También probó con March en F1, pero no existió el patrocinio para irse a la categoría.
Endurista destacado, fue el primer campeón de Mustang, también corrió prototipos con sus hermanos en el Goeters Racing Team y luego ganó la F3; ha sido campeón de trocas y bicampeón de NASCAR México, además de imponer PPs en Indy Lights y Nascar Busch (Nationwide ahora) y ser el segundo mexicano en correr en la categoría premier de NASCAR en EU.
Versátil y veloz en lo que le pongan.
Debutó en 1967 y fue campeón de motos en México antes de cumplir 13, un lustro después, aunque obtuvo más de una docena de títulos en su carrera. Vencía a casi todos en todas las clases y es el único mexicano en correr el Mundial de Motociclismo. A la par, corría autos desde la temprana adolescencia y ganó en todo tipo de turismos y monoplazas, siendo el último título –de más de una docena– el de la F3000 en 1997, aunque todavía corrió algunos otros años en ILP y en Grand Am. Actualmente es propietario de equipo, pero también director deportivo de la Escudería Telmex con enorme capacidad para detectar talentos.
Con más de una docena de títulos nacionales, obtuvo sus primeros triunfos a finales de los años 50 y hace unos meses, a punto de cumplir 70 años, seguía en los podios en el CAHR corriendo contra pilotos que podrían ser sus nietos, por lo cual su hijo –el campeonísimo Memo– lo reconvino. El piloto más versátil y rápido de México tras la muerte de Moisés, ganó en todas las categorías, y fue maestro de Rebaque además de vencedor de los gringos de IMSA en las competencias internacionales mexicanas.
Ganador en TN, TLM, GT, F3, FF, Fairmont, FK, F2, dominador con los turismos de la escuadra Tame Nissan, venció también en la segunda Panamericana moderna. Sin duda el mejor mexicano que nunca se internacionalizó, pues además era ingeniero en Ford.
Moisés era excepcional como atleta, pues en las pistas ganó más de 200 carreras en México y como delantero de jai-alai es considerado uno de los grandes de la historia en los frontones por su velocidad y colocación. En el asfalto mexicano era prácticamente imbatible; y como lo acusan de tener autos ‘chuecos’, cambiando auto con sus rivales y les ganaba en el ajeno para que vieran que eran las manos lo que contaba. Debutó en la última Panamericana y se coronó en todas las categorías nacionales en las que participó, y con el Lotus 22 FJ nunca perdió una carrera. En carreteras nacionales, sus récords siguen vigentes; murió en un choque en el Hill Climb de Bosencheve en 1969 tripulando su McLaren Grupo 7, con el cual había batido a todos los pilotos internacionales un año antes en el NARRC en la Magdalena Mixiuhca.
Epílogo
Siempre habrá polémica y nadie quedará satisfecho pues 100 personas distintas producirían 100 listas distintas de los que consideran los mejores volantes. Pero nadie puede tener la profundidad de conocimiento del automovilismo deportivo que existe en FASTmag y por eso somos los que establecemos una lista como parámetro y como punto de partida para que en el futuro se rehaga con las hazañas de los nuevos pilotos que surjan al paso de los años. Eso es lo que importa.
