Los chocados en Spa alcanzan el podio con una carrera magistral de Sergio que opaca a Lewis y Fernando.

Carlos Jalife

Con Jerome D’Ambrosio en vez del suspendido Grosjean en Lotus, Monza fue territorio McLaren en las acciones en viernes y sábado, pero como el péndulo, ahora fue Lewis el más rápido de los dos campeones de la firma de Woking, sin embargo, Ferrari usó una estrategia con Massa y Alonso chupándose el aire en las rectas con lo que incrementaban su velocidad tope hasta en 10 kph y Fernando se llevó Q1 y Q2 sin mucho esfuerzo, pero tuvo un problema en la Q3 con una barra antirrolido y quedó ultimo en la sesión.

Lewis Hamilton hizo una primera corrida que no fue igualada, ni por él, y se llevó la PP por una décima sobre su coequipero Jenson Button y ¡¡Felipe Massa!! salvó el honor de Ferrari al quedar tercero, superando por primera vez en el año a su líder de equipo.

Pero ni los Sauber ni los Williams, ni los autos con motor Renault, fueron rápidos esta vez, pese a que las configuraciones aerodinámicas eran similares a Spa, donde esas escuadras habían andado bien. Sergio Pérez perdió su mejor vuelta en la Q2 en la turbulencia de Bruno Senna y arrancaría 12, tres sitios atrás de su coequipero nipón, Kobayashi.

El desgaste de las llantas era el usual y los equipos planeaban un par de detenciones, pero en la parrilla Sergio hablaba con su ingeniero y examinaban las llantas medias (el compuesto más blando en esta ocasión) que emplearía tras iniciar con las duras. Quizás era hora de sacar la magia de manejo conserva-llantas que caracteriza al mexicano e ir a una parada para meterse en los puntos de doble dígito.

Los autos se veían nerviosos en muchos casos, con alerones muy planos y se esperaba una arrancada espectacular, aunque sin los vuelos de Spa pues todos los pilotos habían prometido prudencia en la primera chicana y cumplieron. Lewis y Jenson encabezaron el pelotón, pero Felipe se metió entre ellos, para tomar el segundo sitio y Schumacher se puso cuarto con Vettel, Kimi, Kamui y Alonso detrás.

Sergio iba 13 con Webber detrás, cuidándose de no tocar ni ser tocado, uno de los cuatro –con Hulkenberg, Pastor y D’Ambrosio– que arrancaron con el compuesto duro.


Para la segunda vuelta Alonso ya había pasado a Kamui y Kimi, a este con una frenada bloqueando la delantera derecha en la chicana y Sergio estaba dos lugares detrás de su coequipero en undécimo.

Hamilton se alejaba un par de décimas por vuelta mientras Schumacher tapaba a los que lo seguían y tanto Vettel como Alonso usaron el DRS para pasarlo, pero Kimi se quedó detrás de él y fueron alcanzados por Sergio, quien ya se había deshecho de Senna, Di Resta y Kamui –éste lo dejó pasar sabiendo que iban en estrategias distintas– e iba octavo, pero girando al ritmo de Hamilton.

Las paradas empezaron en la vuelta 14 con Rosberg, y Schumi se quitó del camino en la 15 con lo que Kimi aceleró, Sergio más y en la 17 lo pasó en la segunda chicana por fuera y lo forzó a parar.

Massa fue el siguiente en detenerse, en la 19 y Vettel y Alonso lo imitaron una después con lo que Sergio pasó al tercero y empezaba a descontarle a los McLaren. Button se fue a los fosos en la 22 y cuando Hamilton se detuvo en la 23, el mexicano tomó la punta con un manejo impecable, pese a que sus llantas ya estaban empezando a sufrir.

Hamilton salió casi ocho segundos atrás y lo cazó en seis giros, pero Pérez aguantó hasta el inicio de la 30 –con el equipo preguntando giro tras giro como iban sus llantas a fin de no errar– para detenerse y salir en octavo, atrás de Kimi y a 24 segundos de la punta, pero con llantas más blandas que todos sus rivales al frente y con la pista engomada pronto fue más rápido y se acercaba a sus predecesores.

Mientras tanto, Alonso había intentado pasar a Vettel y fue mandado al pasto en la Curva Grande –en pago por lo que él le había hecho al germano en 2011 en el mismo sitio– y no lo pasó hasta el giro 30 y luego se deshizo de Massa para tomar el tercer sitio, que se volvió segundo cuando Button abandonó con problemas en la bomba de gasolina en el giro 33.

Vettel fue penalizado y eso dejó a Pérez sexto, que se volvió quinto cuando pasó a Kimi y cuarto cuando Schumi paró por llantas.


Pero Sergio iba quitándose un segundo respecto a los líderes y en la vuelta 42 desplazó fácilmente a Felipe del tercero y cuatro vueltas después se deshizo de Alonso en la entrada de la chicana Ascari –sin ser abucheado por los tifosi como sucede regularmente a quien rebasa a un auto de Maranello– y le quedaban ocho giros para alcanzar a Lewis.

Sergio siguió atacando, aunque Hamilton fue alertado y aceleró para mantener la ventaja y cruzar la meta con cuatro segundos en mano sobre el mexicano, quien llegó 16s delante de Alonso, o sea, le sacó dos segundo por giro en los últimos ocho al líder del campeonato, así de dominante.

Atrás de los Ferrari Kimi aguantó la carga de los Mercedes, que con llantas nuevas apretaron al final para quedar sexto y séptimo, pasando a Di Resta, Kamui y los Williams tras su segunda detención, pues Webber se eliminó solo con un trompo en la Ascari. Y, de paso, Rosberg puso la Vuelta Rápida.

Tras bajarse de su auto en el parque cerrado, Sergio fue directo al equipo a celebrar y regresó para subir al podio, donde festejó más y se olvidó de la gripa que lo había aquejado todo el fin de semana. Y Montezemolo empezó a buscar qué excusa inventar para no contratarlo ante las exigencias de los medios italianos y los aficionados que quieren ver a dos ganadores en Ferrari y Felipe, claramente, ya no lo es.