Las baterías con células de flujo han existido por décadas, pero apenas empiezan a aparecer en los vehículos eléctricos. Funcionan bombeando electrolitos a través de una “célula de flujo” que convierte la energía química en eléctrica. Los súper capacitores almacena n la energía y el electrolito va de regreso a los tanques para reuso. La firma suiza NanoFlowCell mostró su tecnología en la limosina Quant e-Sport de 912 caballos.