En Ferrari reconocen que no son el segundo mejor de la parrilla en F1 y sólo pueden trabajar para revertir su inicio complicado de 2023.
Por segunda vez en tres años, el equipo no obtuvo podios en las dos primeras fechas de un Mundial, dentro de un contexto difícil por los problemas de confiabilidad, falta de ritmo en competencia y movimientos internos de diseñadores.
En Arabia Saudita, Charles Leclerc tuvo que penalizar porque usó su tercera central electrónica, mientras a Carlos Sainz también le reemplazaron componentes de su unidad de potencia.
El español finalizó en sexto y el monegasco, en séptimo lugar, en parte tras ser perjudicados por la aparición del Auto de Seguridad, suscitado tras sus detenciones en fosos que los pusieron en desventaja ante Mercedes. Considerando la competitividad de Aston Martin, que subió a los podios de Baréin y Yeda, están conscientes de que hay un déficit significativo en la construcción básica del SF-23.
«Un poco sorprendido porque después del viernes y antes del fin de semana, pensé que teníamos la oportunidad de ser la segunda fuerza», resumió Sainz tras la competencia en Arabia.
«Pero creo que la última corrida en el (neumático) duro prueba que todavía tenemos mucho trabajo por hacer, que tenemos una debilidad en la carrera y que debemos esperar a que lleguen los desarrollos para ver si podemos mejorar esa debilidad».
«La cuestión es que el auto está haciendo exactamente lo mismo que en el túnel de viento, así que sabemos dónde está el punto débil. Ya lo identificamos en Baréin. Sabemos dónde desarrollar el auto, sólo necesitamos tiempo porque, obviamente, no podemos traer las mejoras tan pronto como mañana, pero estoy seguro de que este equipo es capaz de traerlas temprano en la temporada».
De inmediato, algunos de los reflectores giran en torno a Frederic Vasseur, pese a que no estuvo desde el arranque del desarrollo del auto de este año y quien ahora tiene que enfrentar todas las críticas de este arranque de temporada, que tiene a la casa de Maranello en cuarto lugar del Mundial.
Al enfatizar en que no quedó satisfecho con el ritmo en neumáticos duros y la gran disparidad en puestas a punto entre calificación y carrera, su enfoque inmediato es analizar con su grupo de trabajo la manera en la que se puede explotar al máximo el potencial del monoplaza y cómo evitar errores en el proceso.
«Lo más importante en este tipo de situaciones es entender dónde vamos bien y qué estamos haciendo mal, pero no podemos engañarnos a nosotros mismos: Tenemos que cambiar», comentó el director de la escuadra.
«Tenemos que entender dónde nos equivocamos, porque hay algunas áreas en las que nos equivocamos, y tenemos que presionar. No es lo suficientemente bueno para hablarlo, no seremos más rápidos así».
«Para mí, la imagen es bastante clara. El potencial del auto es bueno, pero no es suficiente en comparación con Red Bull, porque no podemos extraer el rendimiento del auto».