Un SEAT vence en las 24 Horas de México en el Autódromo Hermanos Rodríguez.

Gilberto Niño

Tras 18 años de ausencia corriendo en pistas provinciales, en 2012 finalmente regresó al Autódromo Hermanos Rodríguez la clásica carrera de cierre de temporada, las 24 Horas de México –abierta a todos los turismos que compiten en las pistas mexicanas, en diversas clases como marca la tradición– gracias a la promoción de OCESA y su directivo Ramón Osorio cuya visión ha regresado a la actividad a nuestro gran autódromo.

La calificación efectuada el viernes 14 de diciembre fue ganada por el SEAT #19 de los Alfonsos Célis padre e hijo, alternando con el bicampeón de la Copa SEAT, Ricardo Pérez de Lara, y el venezolano Nelson Canache, con un crono de 1’55.707”. El sábado se dio la arrancada a los 42 autos que se alinearon a las 2 de la tarde para iniciar la contienda de 1440 minutos y el SEAT verde tomó la punta perseguido por otro SEAT poblano.

Los autos se fueron espaciando y para cuando cayó la noche se llevaba un cuarto de carrera y el auto de Pérez de Lara, el más veloz de los cuatro pilotos, ya tenía una buena venta de un par de giros. La pirotecnia llegó a las 12 de la noche y la larga noche trajo muchas descomposturas, pues en total se fueron a los fosos como 29 de los autos en la contienda a diversas reparaciones.

El más desafortunado fue el Vocho 45, que lideraba por más de 10 giros cuando fue tocado por un rival de otra clase, lo trompearon y otro se le estrelló al frente, con lo que perdieron seis giros, al salir no vieron que una manguera de refrigeración estaba rota y el motor se fundió, tuvieron que cambiarlo en tres horas y remontar para acabar terceros en clase.

Pero los líderes circulaban con regularidad metronómica, cambio de piloto tras cambio de piloto y su ventaja ya era de 10 giros cuando Célis II tomó el relevo para el turno final. Completaron 680 giros al caer la bandera de cuadros y festejaron en el podio cansados por el esfuerzo, pero satisfechos con lo logrado.