La historia de Kanaan es un ejemplo de nunca rendirse. Tony era un niño de clase acomodada en Brasil cuando su padre Antoine, de ascendencia libanesa, murió en 1987 cuando el nacido en el último día de 1974 tenía 12 años. Hubo muchos problemas con la herencia del papá y sus socios se quedaron con los negocios dejando a la familia con muy poco dinero. Afortunadamente Tony ya había destacado para entonces como piloto de karts y la fábrica que lo empleaba como piloto oficial lo acogió como instructor de niños que se iniciaban en el kartismo y aparte le dio un trabajo armando y probando los autos de competencia con lo cual, al menos, los Kanaan tenían dinero para irla pasando.
El papá de su amigo y rival de las pistas, Rubens Barrichello –un año menor y frecuentemente asesorado por Tony en los karts– estableció un equipo y lo contrató como piloto oficial y pronto hubo otros patrocinadores con lo cual la familia pudo mantenerse a flote por los esfuerzos del adolescente que traducía en dinero su habilidad en las pistas. Pronto arrasó con todo lo que había de kartismo en Brasil y sus patrocinadores lo mandaron a Europa para correr en Italia en las series de kartismo, pero como Tony mandaba todo el dinero a casa, tenía que dormir en donde pudiera, a veces en el transporte, o en casas de amigos. Cuando otros pilotos como Rubens se fueron a Europa, era común que lo alojaran, aunque para él era difícil ver a sus amigos con departamentos rentados y autos propios, mientras él apenas tenía para comer. Su ánimo nunca decayó y para 1994 corriendo para Cram Competition, ganó la Fórmula Boxer y al año siguiente pasó a la F3 Italiana donde Audi le echó el ojo y lo firmó para su escuadra de turismos, con lo que los años de penurias quedaban atrás y el futuro era brillante.
“NOS CONOCÍAN PORQUE NO GANÁBAMOS, AHORA NOS CONOCERÁN PORQUE GANAMOS LA INDY 500”
Pero en ese momento de Estados Unidos le llegó la oferta para irse a probar, con otros nueve pilotos, en la naciente Indy Lights y si tenía el mejor tiempo le darían un asiento becado para 1996 con Tasman Motorsports. Tony no dudó en irse a América, pese a la seguridad que le ofrecía el equipo alemán, y obtuvo uno de los dos mejores tiempos junto a otro de sus amigos/rivales, Helio Castro Neves (luego se cambiaría el apellido a Castroneves). Fueron coequiperos en el Tasman Motorsports en 1996 y Tony fue subcampeón ese año; para 1997 repitieron con Tony como campeón y Helio quedando subcampeón, separados por cuatro puntos, ambos camino a una carrera en la serie CART.
“ESTA VICTORIA ES PARA MI PAPÁ QUE NO ESTÁ CON NOSOTROS”
Tony fue firmado por Tasman ese año y al siguiente pasó a Forsythe Racing, donde obtuvo su primer triunfo en la US 500 en el óvalo de Michigan, pero la escuadra cerró al final del año al perder el patrocinio de McDonald’s y Tony emigró al equipo de Mo Nunn, donde haría tres campañas todavía en CART, aunque en 2002 corrió la Indy 500 de la serie rival, Indy Racing League, por primera vez. Tuvo tres podios apenas en tres campañas y cuando Michael Andretti le ofreció un asiento para irse a la IRL en su nuevo equipo Andretti-Green Racing, Tony aceptó. Ganó su segunda carrera ese año, en Phoenix, y terminó cuarto, pero en 2004 triplicó sus victorias y obtuvo el campeonato y fue probado por Honda en su equipo de F1.
Se quedó en el AGR hasta 2009 nunca logrando menos del sexto sitio en el resultado anual, y fue firmado en 2010 para el nuevo equipo de Michael, Andretti Autosport, quedando sexto ese año también. En 2011 al perder su patrocinio de la compañía 7-11, tuvo que cambiarse al equipo de su amigo Gil de Ferran (De Ferran-Dragon Racing), pero tampoco pudieron encontrar un patrocinador y terminó corriendo para KV Racing (K por Kevin Kalkhoven, ex dueño de CART, y V por Jimmy Vasser campeón 1996 de CART) y fue quinto al final del año, pero en esos tiempos difíciles de inseguridad acerca de su carrera en IndyCar, su matrimonio se disolvió y su esposa se llevó a su hijo Leo de regreso a Brasil. Tony renovó para 2012 y ahora fue noveno, pero trajo a su “hermano” Rubens Barrichello como coequipero tras el retiro de su amigo de la Fórmula Uno.
“MI PADRE DECÍA: SI TE TIRAN 10 VECES, LEVÁNTATE 11…”
En 2013 refirmó con KV, se volvió a casar y ganó, finalmente, la Indy 500, y marcha cuarto en los puntos tras nueve fechas de la campaña, que lidera su antiguo compañero, Helio. Tras su victoria en las 500 Millas recibió un cheque por $2,353,355 dólares, los cuales deben ser suficientes para que no haya aprietos económicos en dos generaciones más de la familia Kanaan.
La historia de Tony es la clásica del hombre –o en este caso de apenas adolescente– que no se deja vencer por la adversidad y en vez de lamentarse se enfrenta al mundo con las armas que tiene y usa sus talentos para salir adelante y, de paso, carga a su familia. Sí, la victoria de Tony en Indy fue tardada y memorable –en la duodécima oportunidad– pero nada le vino fácil al brasileño y su crédito es que nunca se rindió, capeando el temporal hasta que la adversidad se tornó en buena fortuna y le sonrió.