La Oficina de Fraudes Graves (SFO, por sus siglas en inglés) de Gran Bretaña revisa un acuerdo entre el titular de derechos comerciales de la Fórmula Uno y la FIA en 2013.
La FIA ha confirmado que, como parte de los acuerdos bilaterales del Acuerdo Concorde de 2013, recibió una suma de $5.7 millones de dólares más una participación del 1% en el campeonato.
Se le pidió a la OFS que examine si esto viola la ley de soborno.
La OFS confirmó a la BBC el viernes que examinaba los detalles para ver si había motivos para iniciar una investigación más detallada.
Los jefes de la F1 y la FIA han insistido en que no hubo tratos incorrectos en el acuerdo comercial, cuyo objetivo era garantizar la estabilidad del órgano de gobierno para continuar su papel regulador.