La marca coreana presentó el Accent de quinta generación, que muy probablemente llegue a nuestro mercado dentro de algunos meses, para posicionarlo en el hueco que existe en la gama entre el i10 sedán y el Elantra. El nuevo subcompacto luce más moderno que antes, e incorpora el reciente lenguaje de diseño que vemos, por ejemplo, en el Elantra. De hecho el Accent parece un Elantra a escala, gracias a la caída del medallón y su integración con la cajuela, casi «fastback». Otros elementos de su hermano mayor son las luces diurnas de LED’s y la parrilla hexagonal.
El bastidor ha sido revisado a profundidad y ahora tanto en plataforma como en carrocería hay aceros de resistencia alta, lo que mantiene el peso bajo y mejora notablemente la calidad de marcha, así como la respuesta dinámica. Bajo el cofre monta un 1.6 litros de inyección directa que entrega 132 caballos y 119 libras-pie de torque, y podrá combinarse con cajas de 6 velocidades, manual o automática. El interior se aprecia más refinado y, al menos en las imágenes, parece bien terminado. Como era de esperarse dispondrá de una gran pantalla táctil que seguramente incluirá conectividad multiplataforma para dispositivos móviles. También de serie se podrán esperar elementos como frenos ABS, 6 bolsas de aire, controles de tracción y estabilidad, entre otros.
El Accent se ha vendido en México desde finales de 2003. De hecho, llegó a nuestro mercado en su segunda generación bajo el nombre de Dodge Verna (o “Verna by Dodge”, para ser exactos), y luego como Attitude en la tercera y cuarta generación. Pero con la llegada de Hyundai, FCA tuvo que “soltar” al Accent y recurrió al Mitsubishi Attrage para conservar el nombre de Attitude en su oferta (badge engineering). Se rumora que el nuevo Accent será el primer Hyundai que la marca fabrique en nuestro país, aunque de momento no hay confirmación al respecto; ojalá que así ocurra.