La autonomía para tomar decisiones es la razón principal por la cual Red Bull forjó su alianza con Ford y terminará su relación con Honda en 2025.
El equipo austriaco trabajará con la armadora japonesa durante las tres próximas temporadas a sabiendas de que tomarán caminos distintos para 2026, aunque a diferencia de otros casos, la labor actual de Honda se limita a tecnología y soporte para Red Bull Racing y AlphaTauri, junto con eventos comerciales del área deportiva Honda Racing Corporation.
A través de la división de unidades de potencia que se inauguró en 2021, y beneficiándose de la congelación masiva en el desarrollo de motores hasta 2025, Red Bull tiene la capacidad de gestionarlos desde su base en Milton Keynes, aunque prometen que la relación interna seguirá intacta y con los límites trazados hasta que finalice su acuerdo.
«Hemos tenido una asociación increíble con Honda, cuando inicialmente anunciaron su retiro de la Fórmula 1 en 2020, fue con gran tristeza y eso fue lo que impulsó la creación de Red Bull Powertrains, para tomar el control de nuestro propio futuro», mencionó Christian Horner a medios tras el lanzamiento de su campaña 2023.
“Y cuando emprendimos ese viaje, hubo un cambio de plan con Honda, afortunadamente, para acordar continuar suministrando motores hasta fines de 2025, hasta que estuviéramos acumulando nuestros recursos para 2026″.
«No hay cruce de propiedad intelectual, todos los motores Honda se producen en Japón y todo en el lado de RB Powertrains está muy enfocado en 2026. Así que hay un claro Muro Chino entre las dos actividades, pero obviamente vamos a trabajar con Honda durante los próximos años para lograr los mejores resultados que podamos».
«Ellos están totalmente comprometidos, por lo que es muy directo, y la relación con Honda concluye a finales de 2025. Tenemos un motor homologado, por lo que está efectivamente congelado. Honda suministra ese motor, son dueños de toda la propiedad intelectual, por lo que no vemos el interior del motor ni nada por el estilo».
Horner también puntualizó en que el acuerdo con Ford es técnico y comercial y no incluirá alguna transacción de valores, tal como pasó con Sauber y Audi, en el cual compartirán datos de Investigación y Desarrollo, con énfasis en el área de electrificación.
Del lado de la marca estadounidense, el alza en popularidad de la F1 en Estados Unidos y los compromisos de sustentabilidad y enfoque en la tecnología eléctrica los motivaron a buscar opciones para regresar; Red Bull daba la posibilidad de reintegrarse sin tener que comprar un equipo o desarrollar un motor por cuenta propia.
«Hay una gran base en Milton Keynes con el campus de Red Bull», destacó Mark Rushbrook, jefe de la división deportiva de Ford a nivel global.
«Ya había planes en marcha para tener un edificio para trenes de potencia ahí, con los dinamómetros, para albergar al equipo que construye las unidades de potencia, y eso es aún el plan para tenerlo como la piedra angular del programa de la unidad de potencia».
«Todo está sobre la mesa, en términos de recursos de Ford Motor Company para contribuir a esto, donde va a agregar valor y beneficio. Las áreas iniciales que se han identificado, en las que estamos trabajando, son sin duda en la tecnología de celdas de batería, en el propio motor eléctrico, los controles, el software».
«Pero para nosotros, es muy importante ingresar al deporte en el momento adecuado y de la manera correcta con el socio adecuado, y creemos que lo estamos haciendo en ambos aspectos».
Honda planea participar en la era nueva de la F1, aunque sus planes todavía no se concretan.