Una de las historias de la edición 102 de las “500 Millas de Indianápolis” tiene que ver con una de las personalidades de la IndyCar que no tomará la bandera verde este domingo.
James Hinchcliffe, piloto de tiempo completo desde 2011, fue el principal perjudicado de una serie de infortunios, en lo deportivo, que le impedirán correr en la “joya” de la Triple Corona del automovilismo; este miércoles, confirmó que dejó de buscar oportunidades para conseguir un asiento para la carrera.
“No hay palabras para describir lo que se siente perderse la carrera. Al final del día simplemente no hicimos nuestro trabajo, no hay excusas. Esta nuestra es realidad, la enfrentamos, la vamos a usar como motivación y vamos a volver más fuerte”, escribió en sus redes.
Por primera vez en varios años, la lista de inscritos para la carrera superó los 33 lugares máximos que permite la parrilla, por lo que el principal objetivo de las prácticas fue encontrar la velocidad suficiente para no correr riesgos el fin de semana. El canadiense, así como su equipo Schmidt Peterson Motorsports, tuvieron varias complicaciones para lograr el cometido, al estar en la parte baja del clasificador.
El sábado, a la hora del “Bump Day”, estaba a punto de salir a pista hasta que apareció una breve llovizna que dejó una pista “verde”; cuando Hinchcliffe cumplió con su turno, tuvo uno de los promedios más lentos, al quedar en 31º lugar cuando todos los pilotos terminaron con su intento garantizado de calificación, con 40 minutos restantes de sesión.
Mientras Oriol Serviá, Jack Harvey y Conor Daly volvieron a manejar y mejoraron sus tiempos, Hinchcliffe ya se encontraba fuera del Top 33. No quedaban más de 20 minutos disponibles. Al querer salir, una vibración en un neumático lo obligó a regresar a fosos y, cuando quiso reintentar calificar, tanto Alexander Rossi, quien quería un lugar entre los nueve mejores, como Pippa Mann, le ganaron el turno. La británica tampoco logró ingresar a la parrilla.
Ya que las reglas permiten la opción de reemplazar a otro piloto, su equipo intentó negociar con otros equipos, pero no tuvo éxito. Además, este hecho tuvo ya a una víctima: Leena Gade, la exitosa ex ingeniera de Audi que debutaba en esta área en la IndyCar, ya no trabaja para Schmidt Peterson.
«Lamento no poder estar en la carrera el domingo, pero vamos a estar batallando por las victorias en Detroit. Le deseo a los 33 pilotos una carrera rápida y segura. Voy a estar mirando y apoyando a mis compañeros en Schmidt Peterson Motorsport. Nos vemos en Detroit”, expresó.
Hinchcliffe no solo es una de las figuras más reconocidas de la IndyCar, sino también de la motorista Honda, que lo contrató para una campaña a nivel nacional; actualmente es quinto en el campeonato, sitio que perderá casi en automático, al otorgarse doble puntuación para la Indy 500.
Además, es la segunda vez en cuatro años que no participará en la «joya» de la Triple Corona, ya que en 2015 un accidente casi le cuesta la vida.