En Haas F1 Team prometen que su programa para desarrollar el auto de 2023 será más completo, en comparación con sus predecesores.
Durante los últimos años, la escuadra estadounidense se ha caracterizado por hacer mucho con poco, ya que ante su presupuesto limitado, se decidió invertirlo en maximizar las prestaciones a la mano en lugar de generar innovaciones.
Para 2021, tras introducir algunas piezas nuevas en abril, no implementaron actualizaciones en su modelo VF-21 a fin de colocar sus esfuerzos en el monoplaza de 2022, que mejoró en ciertas áreas y fue competitivo al inicio del Mundial. El mencionado VF-22 sólo tuvo un paquete masivo de actualizaciones, justo antes del receso de verano.
Aunque todavía no hay un plan concreto, el área a cargo de desarrollar el auto se compromete a consolidar un plan para mejorar el VF-23 de manera más gradual, lo cual será posible gracias a que Haas mejoró dos puestos en el ranqueo de Constructores y comenzó a surtir efecto la aplicación del límite de costos.
«Sin duda, tendremos un programa de actualizaciones más fuerte en comparación con el año pasado y todavía estamos trabajando en eso, estamos en el comienzo», indicó Simone Resta, Director Técnico del equipo.
«Acabamos de definir el auto de lanzamiento, por lo que el equipo está trabajando en ello, tenemos nuestra hoja de ruta, pero es muy pronto para decir exactamente qué haremos y cuándo».
«Siempre estamos tratando de maximizar la cantidad de dinero que podemos invertir para avanzar y dar un paso más. Ese ha sido uno de los objetivos con este nuevo proyecto para poder tener un programa de desarrollo en temporada más sólido».
El VF-23 salió a pista este sábado, para cumplir con un Shakedown en el circuito de Silverstone. Se describe como la evolución de su predecesor, pero con una «reelaboración masiva» de varias piezas, que pueden ser comparables con las que ha utilizado Ferrari, su socio técnico de varios años.
La filosofía que tomaron Resta y su grupo de trabajo fue mejorar el rendimiento aerodinámico y el peso, así como la calidad de sus componentes, siendo un proceso que tomó casi un año para su estudio y planeación puntual.
«El trabajo conceptual en el VF-23 comenzó aproximadamente después de las primeras carreras de la temporada pasada, básicamente tan pronto como pusimos el auto en la pista y comenzamos a aprender sobre él», describió Resta, quien fue Jefe de Diseño en Maranello durante varios años y llegó a Haas a finales de 2020.
«Luego comenzamos a trabajar en nuestro propio modelo nuevo con algo de desarrollo aerodinámico y algo de trabajo conceptual inicial. Semana a semana, mes a mes, hay un aumento progresivo de recursos, un cambio progresivo de un proyecto a otro, hasta el punto de que cuando llegas al receso, la gran mayoría de los recursos están en el auto nuevo».
«Hay este período de transición que va más o menos desde la primera carrera hasta el receso, donde los recursos se mueven de un proyecto a otro. Luego es cuestión de empezar a sacar los modelos grandes en producción, el chasis y todas las demás piezas, etc. Esa es otra transición entre el receso y la Navidad, donde la mayoría de los componentes están en producción».
«En la construcción del auto, comenzamos con el chasis y el sistema de combustible y luego, paso a paso, comenzamos a agregar bloques como la suspensión y luego el radiador y el sistema de enfriamiento, etc. Planeamos encender el auto a principios de febrero, (dejándolo) listo para nuestro Día de Filmación en pista».