El equipo de Fórmula 1, Haas, ha empezado a investigar el origen del problema de frenos que impidió que Romain Grosjean iniciara en el Gran Premio de Singapur.
Grosjean se percató del problema camino a la línea de salida, donde se alineó en el lugar 20, pero no hubo tiempo suficiente para solucionarlo.
El hecho completó un fin de semana miserable para Grosjean, que dijo el sábado que sus dos choques y el manejo impredecible de su coche habían destruido su confianza.
«En la vuelta de salida, los frenos trabajaron perfectamente en el primer punto de frenado y luego, de repente, no habían frenos, nada,» dijo el jefe del equipo, Gunther Steiner. «Debe haber algún problema eléctrico o electrónico. Algo se rompió o un cable se desprendió”.
Grosjean, que no ha conseguido puntos desde el GP de Austria en el inicio del mes de julio, se negó a culpar a su equipo por el problema, pero trató de mantener una actitud positiva.
«Pensé que no podía ser peor después del sábado, pero lo fue», dijo. «Nadie tiene la culpa, los chicos han estado trabajando muy duro, por eso duele tanto.
A pesar de los esfuerzos por encontrar el problema antes del arranque de la carrera, el equipo de Haas no lo logró y Grosjean inició desde el carril de fosos.
«Ha sido un fin de semana difícil para todos, pero la próxima carrera sólo puede mejorar,» concluyó Grosjean.