«GANAR CADA MALDITA CARRERA, PARA ESO ESTOY AQUÍ” NIKI LAUDA

En 1954-55 Mercedes dominó el campeonato de F1 consiguiendo el título de pilotos (en ambos casos para Juan Manuel Fangio) la mayoría de las victorias de la temporada, además de posiciones de privilegio, vueltas rápidas y podios, pero no el campeonato de constructores pues no existía. 60 años después con la llegada de los motores V6 turbo han repetido este dominio de dos años en 2014-15 y serán los protagonistas principales.

La confiabilidad del W06 es impresionante y usaron sus últimos siete tokens de mejora del motor en Monza para ir preparando el motor de 2017 desde ahora, pues es virtualmente imposible (aunque matemáticamente todavía hay posibilidades) que pierdan el título de pilotos o de constructores.

El W06 es muy estable en la pista, con balance equilibrado y pone la potencia sin sobresaltos, además de que su motor es el más potente en la categoría y la diferencia de casi un segundo que disfrutaban en 2014 sigue estando ahí respecto a los demás equipos.

El equipo ha perdido una sola PP desde 2014 y el motor ha obtenido todas desde que inició la campaña pasada –todas excepto una cortesía del equipo oficial– lo cual muestra su dominio. Y en 2016 irán por un triplete.