LOS PILOTOS ESTÁN COMPROMETIDOS, LA MOTIVACIÓN ES ALTA Y ESTAMOS ENCANTADOS CON EL AUTO ESPECIFICACIÓN B Y LA DIRECCIÓN QUE LLEVA EL EQUIPO” VIJAY MALLYA

Force India ha merodeado en la zona de mitad del pelotón la mayor parte de su vida como equipo de media tabla. Ha estado cerca de lograr un triunfo, pero no ha podido dar el paso definitivo. Ha tenido una rotación amplia de personal y pilotos en su existencia, aunque su directiva parece ser mucho más estable con la figura de Vijay Mallya, el multimillonario indio, como cara pública de la escuadra. Sin embargo, desde hace un par de años la escuadra ha estado creciendo calladamente, y asentando las bases de formar una organización técnica en Silverstone para el futuro, con estabilidad en medios y personal a fin de alcanzar sus objetivos de pelear entre los primeros cinco sitios con constancia.

Una de sus tradiciones es que tardan en presentar su auto, quizás porque desarrollan el modelo anterior hasta el último día posible, y sus cierres de fin de campaña son generalmente muy fructíferos; el cambio al túnel de viento de Toyota en Colonia (de 60% de tamaño natural) ha sido aprovechado para lanzarlos a la pelea con equipos que los duplican o triplican en presupuesto. Si mantienen la base de patrocinios y personal, no tienen dónde ir que no sea para arriba.

Y 110 millones más en América.

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El 21 de enero en el Museo Soumaya de la capital los mexicanos fuimos testigos de un evento histórico para el deporte motor nacional: el equipo Sahara Force India de Fórmula Uno presentó su auto 2015: el VJM08. El atrio amplio del museo se llenó con prensa, invitados y participantes en el evento, entre ellos 39 cámaras de televisión y video, y más de una cincuentena de fotógrafos, además de cientos de teléfonos con cámara, virtualmente uno por asistente.

En el escenario hubo tres hombres de carreras: Vijay Mallya, el dueño de Force India, Carlos Slim D., de América Móvil el patrocinador principal del equipo y Alejandro Soberón K., de CIE, organizadora del GP de México. Además estaban los pilotos, Sergio Pérez y Nico Hulkenberg, quienes procedieron a develar el VJM-08. Los colores varían para este año, pues como dijo Vijay, querían verse más agresivos y predominó el negro con los pontones laterales en plateado y unos cuantos vivos en naranja y casi nada de verde. Los patrocinadores van en blanco sobre fondo negro y la trompa, en particular, se ve bien lograda, aunque mejoraría más con la versión B que tiene un par de “fosas nasales” muy eficientes aerodinámicamente.

Tras el evento, a la hora en que el museo abre sus puertas habitualmente, ya había más de 300 personas afuera formadas para ver el auto y tomarse la foto. La gente lleva alguna cosa que delata su pasión por el deporte motor. Se toman fotos frente al auto, y las sonrisas abundan, la emoción es palpable y la gente se eterniza, por lo que tienen que ser despertados de sus sueños pues otros aficionados quieren tener su momento a solas con el VJM-08.

Un día fructífero, un evento bien pensado y ejecutado, un banderazo de salida de los quehaceres que en 2015 culminarán con el Gran Premio de México y, sobre todo, un día para soñar con otro mexicano triunfador en la F1.