GP Azerbaiyán: Oportunidad para Checo y los RB20 de recrear protagonismo

Azerbaiyán es un GP de contrastes con la recta más larga del calendario y la curva más estrecha del mismo, y ahí Sergio Pérez ha ganado dos de las últimas tres ediciones.

El tercio final de la temporada arranca en Bakú, la capital de Azerbaiyán, fundada por Alejandro Magno. El nombre de la ciudad en árabe (Bākuh, Bākūh o Bākūyā) deriva del persa bād Kūbac, que significa “ráfaga de viento”, mismo que sopla desde el Mar Caspio, el lago más grande del planeta, y donde se consigue el mejor caviar del mundo. Desde 2016 acoge cada año un Gran Premio de Fórmula 1. Este año, por primera vez, la carrera se disputa en septiembre en lugar de en abril o junio, como era habitual, y así será también el año que viene con el objetivo de lograr un calendario más coherente desde el punto de vista logístico.

Como es habitual en un circuito callejero, Pirelli ha elegido los compuestos secos más suaves de su gama, con el C3 como Duro, el C4 como Medio y el C5 como Suave. El trazado tiene una longitud de 6,003 kilómetros y se ha mantenido prácticamente inalterado desde 2016, contando con 20 curvas. Algunas de ellas, como las siete primeras, son prácticamente en ángulo recto, mientras que otras en la parte vieja de la ciudad son muy lentas y hay otras que son tomadas sin aflojar el paso ya que forman parte de una recta de dos kilómetros que lleva a la línea de salida/meta. El ancho de la pista varía mucho, pasando de solo siete metros en la curva 8 a acomodar tres autos a la par en esa recta principal.

Como el circuito está normalmente abierto al tráfico urbano, la evolución de la pista será un factor importante a tener en cuenta a la hora de evaluar el rendimiento, aunque también puede influir la meteorología. Normalmente, en septiembre hace bastante calor, con temperaturas superiores a las que se registran en abril. Además, la temperatura de la pista puede variar significativamente en función de su exposición al sol o a la sombra de los edificios circundantes, especialmente en el tramo que discurre por el casco antiguo de la villa. Por último, haciendo honor a su nombre, el viento puede alterar el comportamiento del auto y, al proceder de diferentes direcciones, puede tomar desprevenidos a los pilotos ya que se canaliza entre los edificios de la ciudad.

El récord de velocidad máxima jamás alcanzado por un monoplaza de Fórmula 1 en una prueba oficial se registró en Bakú, cuando Valtteri Bottas llegó a 378 kph con su Williams-Mercedes en la Calificación para la prueba inaugural en 2016. Las altas velocidades alcanzadas en la recta principal pondrán a prueba los neumáticos, especialmente con la carga aerodinámica generada por los monoplazas actuales. Con otra sección de la pista que requiere la configuración aerodinámica opuesta, los equipos no pueden optar por rodar con un nivel de carga aerodinámica demasiado bajo, ya que sufrirían en la parte más lenta de la pista, donde dependerán del agarre mecánico generado por los neumáticos para sacar el máximo partido al auto. Afortunadamente, la gama actual de Pirelli ha demostrado estar a la altura de la tarea de lidiar con estos extremos de uso.

En cuanto a la estrategia, Bakú es una carrera típica de una sola parada en la que el neumático más duro hace la mayor parte del trabajo. Aunque un vistazo al trazado del circuito podría llevar a pensar que los rebases son relativamente sencillos, no es así en absoluto. Dada la jerarquía de los equipos este año, con diferencias de rendimiento mínimas dentro de los dos grupos principales, la eficacia del DRS podría jugar un papel importante, al igual que la capacidad de un equipo para reaccionar ante lo inesperado en una pista en la que las posibilidades de que la carrera se neutralice son muy altas. En 2023, casi todos los pilotos comenzaron la carrera con el neumático medio antes de cambiar al duro cuando salió el auto de seguridad en la vuelta 11.

Sergio Pérez es el único piloto que ha ganado aquí más de una vez. El mexicano ganó en Bakú en 2021 y 2023, y en la última ocasión también ganó el Sprint, lo que demuestra que tiene una clara afinidad por este tipo de pistas, ya que seis de sus siete victorias en F1 han sido en circuitos urbanos. Si Checo es el rey de Bakú, Charles Leclerc puede decirse que es su príncipe de las posiciones de privilegio, ya que el monegasco se ha asegurado el primer puesto de la parrilla durante los últimos tres años, 2021-23, y el año pasado también fue el más rápido en la calificación del Sprint (Shootout). En cuanto a los equipos, los papeles se invierten: Red Bull es el que tiene más victorias (cuatro) pero ninguna PP, mientras que Ferrari tiene cuatro PPs, una de ellas cortesía de Sebastian Vettel, pero nunca ha ganado aquí. De hecho, el equipo italiano solo ha subido al podio en cuatro ocasiones, mientras que Mercedes y Red Bull lo han hecho en seis, cada uno.

Esta parece ser la última pista que pudiera favorecer a los austriacos de Milton Keynes, pero falta ver si los demás equipos han mejorado lo suficiente como para adaptarse a un trazado que plantea tantos desafíos contrastantes en puesta a punto y que tiene todo el rango de curvas y velocidades posibles para un circuito, además de cambios d elevación y  muros que no perdonan el más mínimo error excepto en las curvas  como la 1 con sus escapes formados por las propias calles de la ciudad del viento. Y también ya empieza a ser hora de eliminar matemáticamente a algunos pilotos de la contienda por el título.

La transmisión para el huso horario del centro de México se dará así:

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