TEXTO E IMÁGENES DE YANN SEITE

El evento fue un éxito en términos de asistencia (alrededor de 25,000 espectadores cada día del fin de semana)., pues a pesar de la pérdida del GP francés de Fórmula Uno y de la hostilidad de los activistas “verdes”, Francia mostró que sigue enamorada de los rugidos de los autos de F1 clásicos.

Numerosos autos, desde los años 70s a los años 2000 tempranos, se mostraron en el paddock y en la pista de Paul Ricard, como modelos de marcas como Toro Rosso, Jaguar, Ligier, Rial, Stewart, Arrows, Williams y otros.

Como detalle especial se contó con la presencia de la escuadra local, AGS -Automobiles Gonfaronnaises Sportives, cuyos F1 fueron diseñados y construidos en las décadas de los 80s y 90s por Henri Julien muy cerca del circuito sito en Le Castellet, probablemente los últimos momentos de los equipos artesanales en la categoría máxima.

Estuvieron presentes un JH24 manejado por Franck Montagny, actualmente presentador de los Grandes Premios en la TV francesa, y del último de los AGS del gran circo, el JH25 en manos de Yannick Dalmas, ex piloto de AGS y tetraganador de las 24 Horas de Le Mans.

El contingente francés de volantes de Fórmula Uno fue nutrido e incluyó nombres como Jean Pierre Jarier y los ganadores de carreras, René Arnoux y Jean Alesi. Otro vencedor múltiple de Le Mans, Eric Helary, hizo su primera arrancada en un F1 este fin de semana sobre un Ensign.

Y el rallismo estuvo representado por François Delecour, subcampeón 1993 del WRC, también conocido como el “Frena Tarde”, quien departió en el paddcck durante el viernes firmando autógrafos y tomándose fotos.

En cuanto a los latinoamericanos, aunque no hubo mexicanos, estaba el ex F1 y Champ Car, Antonio Pizzonia, sobre un Dallara V6 de la World Series. El brasileño mostró la brecha enorme existente entre un piloto real de F1 (ex Jaguar y Williams) y los volantes amateurs que manejaban en las diversas competencias, pues en la suya rápidamente remontó pese a haber salido con media vuelta de desventaja y terminó poniendo la Vuelta Rápida con 1m47:092s en su carrera.

Al final del evento el auto elegido como el mejor del evento fue, sin duda, el Ferrari F2008 ex Kimi Räikkönen, manejado por Peter Mann con apoyo técnico de Ferrari Clienti para asegurar su funcionamiento óptimo.

En suma, un evento memorable que mantiene vivo el espíritu del deporte motor al máximo nivel en territorio galo.