La mayoría de los dueños de un BMW Serie 3 necesitarán más que nuestras palabras para abandonar sus símbolos de estatus con tracción trasera por el tipo de autos que sus inferiores corporativos aceptarían. Del mismo modo, si a lo que puedes pagar por un Ford Fusion tienes que añadirle 30% al mes por un 320d puede llegar a ser más de 
lo que tu presupuesto pueda soportar. A pesar de 
las aparentes similitudes entre ambos, estos autos existen en mundos completamente separados.

Y sin embargo, dada la manera tan definitiva 
en que el Fusion supera su competencia inmediata, queríamos ver como se compara contra el tipo de Serie 3 en el que terminarías si hicieras ese gasto extra cada mes: un 320d Efficient Dynamics especial con una rines de aleación de 16 pulgadas sobre llantas de baja resistencia, un poco menos de poder y torque que el Ford y unas cuantas opciones extras cuidadosamente elegidas.

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Le dimos al 320d coupé una calificación lo suficientemente alta en 2011 para alcanzar cinco estrellas en la prueba de carretera, y aun así considerarlo el mejor poder de la clase compacta ejecutiva, pero no estamos tan familiarizados con la versión Efficient Dynamics. Las diferencias van más allá de solamente 20 caballos de fuerza, medio segundo para acelerar de 0 a 100 kph y un precio menor. La versión ED usa una relación final más larga que el 320d normal, y su suspensión está 15 mm más abajo para mejorar la aerodinámica, pero debe correr con rines de 16 mm y llantas por su estatus impositivo.

El resultado es un auto con habilidades notablemente comprometidas en varias áreas, pero las que más lo sufren son el manejo y el paseo. Conocemos el 320d como un auto incorrupto y sensible en su frente, con curveo típicamente compuesto por su tracción trasera, y cuidadosamente afinado para cumplir con las exigencias del manejo y el control deportivo. La versión ED no es igual.

120-5Los rines y llantas reducen el agarre lateral del auto de manera drástica, pero el efecto es aún peor para su dirección, quitándole 50% de confianza y comunicación sobre lo que sucede sobre los rines. Las llantas crean más ruido del que un auto premium debería sufrir, y eso, combinado con el ruido mecánico debajo del cofre hacen del BMW un prospecto no envidiable para los años del retiro.

Peores problemas se añaden por el recorte que sufren los resortes de la suspensión. Esto causa que el chasis toque piso antes de que los amortiguadores tengan oportunidad de reducir el daño de baches, topes y otras irregularidades que parecerían triviales. Fueron muchas las ocasiones en las que hicieron que el auto se moviera como delfín por falta de un control primario de manejo.

Comparado con eso, la superioridad del Ford es absolutamente clara: se conduce mejor, se maneja mejor, tiene mejor agarre, se comunica mejor, es más refinado y en zonas urbanas su velocidad es mayor.